jueves, 21 de marzo de 2013

Francisco...¿El Grande?

Francisco ¿ El Grande?


Sin echármelas de profeta, me adelanto a decir que el Papa actual (desde el 14 de marzo pridie kalendas martias) será conocido como Francisco el Grande.
Lo digo porque podemos proyectar su futuro pontificado de acuerdo a su ascetismo, propio de un jesuita de la vieja escuela, su anterior trabajo de pastor y sus actos iniciales, ni teatrales ni para la galería, sino llenos de un verdadero espíritu evangélico, continuación lineal de su conducta anterior.
Digo pues, que puede ser llamado Francisco El Grande, porque creo que Dios lo ayudará a hacer al menos la mitad del trabajo que Benedicto XVI pensó que debía hacer, pero que no iba a poder culminar; precisamente renunció, y dar además un aldabonazo de alarma (EL P.UGALDE lo llama”UN ACTO DE REBELIÓN PERO TAMBIÉN DE CONFIANZA EN DIOS”- en una entrevista:ELUNIVERSA-L24/FEB/2013-pág.1-2 ), por ser un poco tarde (por su edad y por las trabas de la curia romana y los intereses creados a su alrededor), para remediar actitudes permisivas, que rayaban en la complicidad, ante graves faltas (pederastia, homosexualidad, tráfico de influencias, etc.) del clero, inclusive a los más altos niveles de la curia.
Escribí que el papa Francisco puede hacer aunque sea la mitad del trabajo pendiente en esta reforma urgente de la Iglesia: a) reforma urgente de la Curia romana; b) enfrentar valiente y sinceramente  lo relativo a los últimos escándalos sexuales en el seno de la Iglesia (pederastia, homosexualidad interna, abusos sexuales en general); c)desburocratizar la Jerarquía, de modo que se insista más en lo pastoral que en lo meramente burocrático; d) implementar, la “atención preferencial a los pobres”, tal como lo recomendó el Concilio Vaticano II (y se insistió en Medellín, Puebla y Aparecida, entre otros),  sobre todo en el llamado tercer mundo al que pertenecemos....
Porque hay otra mitad [relativa a moral (aborto, píldora, preservativos, sida, etc.), sacramentos (una pastoral de divorciados, es decir: una solución evangélica, a los problemas de divorciados, prácticamente excomulgados (inclusive los cónyuges inocentes), celibato eclesiástico, etc. De lo anterior hay cosas que no se pueden cambiar, cosas que se han discutido en Conferencias Episcopales, pero como dice el P. Gustavo Sucre “se debate mucho sobre eso y le han pedido al Vaticano que arregle ese asunto “(TALCUAL-fin de semana 15/16 marzo de 2013-pág.5); y puede que esos cambios suponen que el papa Francisco viva el tiempo suficiente para definirlo (“arreglarlo”) o que convoque un Concilio, (como el de Trento en el siglo XVI, en circunstancias análogas).
Por supuesto que habrá grandes dificultades, algunas más o menos ocultas o disimuladas, y por eso más peligrosas, provenientes de miembros de la Iglesia, por aquello de los “intereses creados”; y otras provenientes  de enemigos tradicionales  externos, a veces agazapados y otras abiertamente enfrentados.
Estos últimos ya comenzaron, acusando al Papa Francisco, de “colaboracionista” o algo así de la dictadura que gobernó a la Argentina entre 1976 y 1983, pues no ayudó a dos sacerdotes jesuitas, que desafiaron a la dictadura y que, dicen los acusadores, no fueron protegidos por el  R.P. Jorge Bergoglio,s.J. entonces simple sacerdote, pero Provincial (superior) de los jesuitas en la Argentina. Critican además  que el Papa “entrante”, dijo muy poco sobre la complicidad de la Iglesia durante el régimen militar.
Lo anterior fue aclarado contundentemente  por el  P. Ugalde s.J. (ElNacional-“Pastor de mano firme y corazón cercano”-4.CIUDADANOS.MIÉRCOLES 20/MARZO/2013), y antes, por el portavoz del Vaticano, P. Federico Lombardi, quien dijo a periodistas que las acusaciones “deben ser negadas clara y firmemente”; y añadió que éstas “revelan a elementos anticlericales del ala izquierdista que acostumbran atacar a la Iglesia”.
Nosotros no le damos mayor importancia a esas acusaciones porque sabemos que es una conocida táctica de los enemigos de la Iglesia. Me referité a las últimas y más conocidas:
a)                     Como las acusaciones hechas a Pío XII, de no haber defendido a los judíos, acusándolo,  cinco años después de su muerte, en “El Vicario” una pieza teatral estrenada en Berlín el 20 de febrero de 1963, de…” cinismo, oportunismo y filonazismo, culpable de un silencio y una pasividad cómplices de la Shoah”(¡), a pesar de la demostración de todo lo contrario hecho, a) por  el político de izquierda y ex primer ministro francés Mendès-France –de origen judío- quien afirmó: “…No se puede olvidar que en el ardor de su fe, la adhesión a la paz fue uno de los constantes valores de su pontificado”; b) por el rabino jefe de Londres, doctor Brodie, quien, en un mensaje enviado al arzobispo de Westminster, escribió: “Nosotros miembros de la comunidad judía, tenemos razones particulares para dolernos de la muerte de una personalidad que, en cualquier circunstancia, ha demostrado valiente y concreta preocupación por las víctimas de los sufrimientos de la persecución; c) por el mariscal Bernard Law Montgomery –protestante convencido- quien declaró al diario Sunday Times: “Siento un inmenso respeto y admiración por Pio XII. Era un hombre sencillo y amigable que irradiaba amor y caridad.” d) Pero sobre todo por  Golda Meier, ministra israelí de Asuntos Exteriores, quien al morir Pío XII, dijo: “Lloramos a un gran servidor de la paz que levantó su voz por las víctimas cuando el terrible martirio se abatió sobre nuestro pueblo”;
b)                       Las acusaciones de “moderado” por algunos, y de “político de derecha” por otros,  que se le hicieron a Mons. Oscar Arnulfo Romero. Críticas que tuvieron su “confirmación”(¿?) al ser asesinado (este 24 de marzo se cumplen 33 años de su martirio) por un francotirador, pagado por la extrema derecha, quien le disparó al corazón en el momento del ofertorio del pan y vino
c)                      Y más recientemente, las acusaciones contra Benedicto XVI, al comenzar su pontificado, de haber sido miembro de las juventudes hitlerianas y de empuñar armas a favor de Hitler, sólo por haber sido “reclutado en la escuela”, como todos los niños y adolescentes (entre 8 y 15 años) a pertenecer obligatoriamente a esas organizaciones. (Como todavía se hace en algunos países (como Cuba) o se quiso o quiere hacer en otros.

En la próxima entrega, trataré de decir brevemente qué esperamos del Papa Francisco y por qué creemos que lo hará bien. Para eso empezaremos desde el por qué de su nombre (Francisco), me referiré luego a su pertenencia a la Compañía de Jesús, para hablar luego de su “programa” como Pastor de la Iglesia en la Argentina, de  su disposición al diálogo con nuestros “hermanos separados”, así como su actitud con otras creencias religiosas.Observemos pues su primera semana de “labor petrina” para hacer las respectivas proyecciones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario