1º. Capriles gana.
1.1 Tendrá una AN en contra, lo mismo que un TSJ, Fiscalía, Contraloría, etc. además de una constelación de funcionarios de segunda y tercera categoría que recibirán órdenes de sabotear toda iniciativa. Júntese a esto una Constitución, violada hasta el límite y acomodaticia por parte de sus “intérpretes”.
1.2 La situación económica de Venezuela no puede ser peor: habrá que tomar medidas fuertes que darán la razón a quienes digan que ese “paquetazo” de Capriles los ahorcará; PDVSA, lo mismo que las empresas del Estado (Siderúrgica, Petroquímica, Cementeras,etc.) seguirán produciendo pérdidas, pero ahora por culpa de Capriles.
1.3 En lo social: como ya se habrá subido el sueldo mínimo (por supuesto insuficiente), no será válida ninguna iniciativa en ese sentido; además le sabotearán todas las medidas que tome, a menos que sea continuación de las viejas (chavistas: Misiones,etc.), en cuyo caso, si son buenas dirán que se deberá a Chávez-Maduro y si son malas (o que no se puedan implementar por saboteo o por problemas económicos), pues ya se sabe de quién es la culpa; y ¿´cómo resolverá, sin apoyo legislativo, el cúmulo de pleitos que habrá por contratos o convenios laborales vencidos desde hace tiempo, y otras exigencias salariales de las Universidades y personal médico, entre las más urgentes?
1.4 ¿Cómo será su relación con el ejército? A menos que haga cambios drásticos, será muy problemática.
1.5 ¿Cómo puede abordar el tema de la inseguridad? ¿de la salud? ¿De la vivienda? Esta última, una verdadera bomba de tiempo, tanto por la insuficiencia de lo construido para acomodar a tanto damnificado, como por los problemas subsiguientes a la mudanza en bloque de tantas familias a edificaciones (o complejos habitacionales) en los que no se guardaron las más elementales previsiones de servicios (luz, agua, vías de comunicación, escuelas, hospitales cercanos, etc.
1.6 En Relaciones exteriores: ¿se podrán revisar los onerosos convenios con Cuba, China, Nicaragua, países del Caribe…? ¿Se podrá reanudar la reclamación del Esequibo, o el diferendo limítrofe con Colombia en el Golfo de Venezuela (y la Goajira)?
1.7 ¿Se podrá arreglar: a) el problema carcelario; b) el grave problema de la justicia (tarifada, con la mayoría de los jueces provisionales, nombramientos que dependen de un TSJ completamente parcializado?
1.8 Y siguen otros muchos problemas más, de inmediata atención pero de dudosa solución, siquiera mediata si no hay (como no la habrá por lo ya dicho de la gran limitación de un presidente del poder ejecutivo, pero con todos los demás poderes adeversos:judicial, legislativo y “moral”).
2º. Capriles pierde.
2.1 Capriles pierde el liderazgo; y un país sin líder en esas circunstancias, supone la eternización de un poder omnímodo, arbitrario, y lo que es peor: legitimado. Maduro podría hacer más rápido la comunización de Venezuela, lo cual haría mucho más difícil el rescate del país que queremos. En otras palabras: Maduro podría hacer lo que Chávez quería y ser hasta más extremista, sin ningún freno ni control.
3.- Maduro Pierde. En ese supuesto negado, Inmediatamente buscaría impedir, a como dé lugar, un gobierno medio decente de Capriles; a ese efecto, con la experiencia adquirida cuando impidieron que Ledezma pudiera gobernar la Alcaldía Metropolitana, cuando la ganó, y con el mismo Capriles y otros gobernadores de la oposición. Se pondría en marcha inmediatamente lo contemplado en los puntos 1.1 hasta 1.8 del capítulo 1° Capriles gana ya enunciado .
4.- Maduro Gana. Es lo más seguro y la campaña en su contra debe empezar desde ya. Gana porque la campaña relámpago que va a comenzar tiene todas las ventajas para Maduro: a) ya él está en campaña desde diciembre; b) todo el poder del Estado lo apoya y proclama como ganador de una manera abierta, obscena, inconstitucional e ilegal, comenzando con las deplorables declaraciones del Ministro de la Defensa, al afirmar públicamente que la FA hará que Maduro gane, precisamente al comienzo del triste, ridículo, circense y necrofílico, show montado en la “semana del duelo” nacional.
4.1 Para eso, en primer lugar, de ninguna manera se debe hacer alusión o criticar su estatus social, académico o laboral “fue chofer de metrobús…”), ni en broma, pues eso es lo que más lo identifica con el pueblo. Es posible que él sí insista en eso, pero la oposición, de ninguna manera debe ni siquiera mencionarlo; lo mismo con su pretendida “fe religiosa” (dicen que es discípulo o seguidor de Sathyanarayana Raju, nacido en 1926, quien dice que es reencarnación de Sai Baba, un gurú y faquir indio fallecido en 1918).
4.2 En lo que sí se debe insistir es en su falta de ángel, de carisma; nunca podrá parecerse a Chávez: sólo es una caricatura; por ese motivo no puede exponer su propia personalidad, anómica y endeble, por lo que siempre debe estar apuntalada por Chávez: el problema es que él no es Chávez.
4.3 Hay que desligarlo de Chávez y evitar que la gente lo considere como el “sucesor” de Chávez. Por lo tanto, deben achacársele a Maduro: a) las fallas en los planes sociales de Chávez; de ninguna manera retrotraerse al pasado y exonerarlo, demostrando que eran malos desde el principio; por ejemplo, en la Misión Vivienda, insistir en las fallas o escasez de los servicios (luz, aseo, agua, falta de campos deportivos…), no funcionan por su culpa; y que las deficiencias, así como el hecho de tener una distribución clientelar, es porque Maduro la está haciendo así, favoreciendo a sus seguidores, en vez de aliviar las necesidades de los más pobres; b) si Maduro inventa alguna Misión con el ,pretexto de que Chávez así lo quería, hay que alabar la idea, pero demostrar que la implementación es mala; c) otras medidas que se tomaron antes, evidentemente electorales (p.ej. aumento del salario mínimo) insistir en que Chávez lo hubiera hecho mejor…
4.4 Lo anterior (el ejemplo de la Misión Vivienda) hay que hacerlo con todas las Misiones: la gente tiene que quedar convencída de que lo que era bueno con Chávez, es malo con Maduro, que fue quien lo echó a perder, por la mala administración. Es decir: demostrarle subliminalmente al chavismo, que en la época de Chávez, no era culpa de Chávez que las cosas no funcionaran, sino de sus colaboradores…y que ahora, los que mandan son precisamente esos “colaboradores” ineptos, que están traicionando al “comandante”.
Conclusión: Capriles no debe ir a estas elecciones, acomodadas perfectamente para que Maduro gane. La mejor excusa es la ilegalidad de Maduro y las condiciones ventajosamente tramposas o tramposamente ventajosa para Maduro. GANE O PIERDA CAPRILES PIERDE.
Pero para que se justifique lo anterior, Capriles, o la MUD, podría empezar poniendo condiciones obvias y completamente legales, para competir; condiciones que de ninguna manera aceptaría el chavismo radical de Maduro. Estas condiciones serían:
1.) Cambio del Ministro de la Defensa, custodio a través del Plan República, de los comicios, pero abiertamente parcializado por Maduro.
2.) Cumplimiento estricto de la ley respectiva en relación a los votantes del exterior.
3.) Presencia de observadores internacionales.
4.) No presencia de las llamadas milicias en los escenarios electorales.
5.) Mano dura contra motorizados y “colectivos” amedrentadores de los votantes.
Esas condiciones, y otras que parezcan oportunas y permitidas (o exigidas en la ley) son absolutamente necesarias, para unas elecciones imparciales y es lom mínimo que puede exigir la oposición para medio balancear el ventajismo oficial. Y para aquellos que crean que sea como sea se debe ir al “sacrificio” y desastre anunciado de las próximas elecciones debemos decir:
a) que pensamos que los opositores de Chávez y de su permanencia postmortem, tenemos de líderes a estadistas. Y un estadista ve lo mediato y lo inmediato: pierde batallas pero gana la guerra. Sin estrategia se va a lo inmediato y se pierde, queriendo ganar rápido se pierde la batalla y la guerra.
b) Que luego, vendrán elecciones verdaderamente decisivas y con grandes probabilidades de ganar: las municipales, cuyo resultado no será tan importante como las siguientes a diputados; ésta sí habría que ganar sobre todas las cosas, pues al tener mayoría en la AN, no importa quién sea el presidente, ya que la AN podría elegir un TSJ y un CNE,Fiscal,Contralor,etc. legales, imparciales y no contaminados que permitan el cambio estructural que el país necesita.
c) Y por si fuera poco, está además la posibilidad de un referendo revocatorio para el presidente, que si se hace la debida estrategia, ese presidente ya estaría completamente perdido en sus consecutivos (y predecibles) errores.
¿Qué para eso hace falta tiempo? Es verdad, pero si buscamos lo inmediato, vamos a necesitar mucho más tiempo y además es posible que no se consiga un final positivo.
Lo mejor es el peor enemigo de lo bueno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario