Las infelices pero reveladoras declaraciones del rector Vicente Díaz (ELNACIONAL- 27/04/2013-Pág.2.NACIÓN), convertido en el caucho de repuesto del “carro” llamado CNE y quien le prende una vela a Dios y otra al diablo, me hicieron recordar el corrido de Rosita Alvírez …que estaba en su día de suerte / de las 20 puñaladas / sólo una fue de muerte. Trataré de analizar lingüísticamente sus declaraciones o comentarios, para sacar las conclusiones respectivas, derivadas, repito, de ese análisis.
“Entiendo y comparto la exigencia del excandidato Henrique Capriles de hacer una revisión exhaustiva de los cuadernos de votación, y que se haga un proceso de auditoría de la no duplicidad de huellas, para saber si un elector votó más de una vez. Esto permite saber si repitieron su voto porque son estafadores con más de una cédula o alguien votó por un fallecido que no han sacado del CNE".
En esta “vela a Dios” subrayé /excandidato/, porque el no decir solamente Henrique Capriles o Capriles, supone, no tanto que fue candidato, sino que no será candidato otra vez, es decir no se repetirán elecciones. Esto lo veremos ratificado en las otras declaraciones u opiniones expresadas por él a continuación. En cuanto a /saber si un elector votó más de una vez /, también subrayado por mí, hace suponer que la única preocupación del Rector Díaz es si algún elector votó más de una vez, pasando por alto que hubo otras muchas transgresiones a la normativa electoral, reconocidas por él mismo, que pudieron cambiar los resultados.
“Vela al diablo”. A continuación, los periodistas que cubren la información (Celina Vázquez y Yamis Urbano) dicen que “…se mostró satisfecho (el Rector) por la decisión de Capriles de impugnar formalmente los resultados que anunció el organismo (CNE), porque “es darle espacio y cabida a lo que está planteado en la Constitución “. Esto último, declarado por el Rector, es muy interesante porque supone: a) que lo solicitado (auditoría) no se hará como lo pidió la MUD; b)que la Constitución se cumple siempre, lo cual es ingenuidad o burla, pues todos sabemos cómo se cumple “la bicha”en este país; c) que eso de impugnar supone ( y eso también lo sabe muy bien el Sr. Rector) una remisión a las Calendas Griegas, expresión que toda persona medianamente culta sabe que significa (y más en Venezuela): que el proceso es leeeeento, y tan leeeento que hasta podría casi terminar el “período” del ilégítimo presidente, y todavía la Corte, o el CNE o el organismo que se aboque (”vaya a parar”) o avoque (“atraer a una autoridad judicial la resolución de un asunto o causa…) no se haya pronunciado.
Los periodistas continúan su “crónica” o “reportaje” y añaden que el Rector apuntó que en cualquier lugar del mundo, ante unos resultados tan estrechos, es natural que el candidato perdedor solicite una revisión de las cifras; y a continuación lo citan: Pasó en México, en Estados Unidos, es algo normal. Es lo que llamaremos coloquialmente el derecho a pataleo”.
Veamos: Compara las situaciones electorales de México y de EE.UU. con las de Venezuela: no es buena la comparación porque la situación electoral de esos países es muy distinta de la nuestra. Añade, sin embargo que “No tengo ningún indicio de que los resultados anunciados por el CNE hayan sido cambiados”, pero también dice: a) que “…hubo irregularidades durante el proceso comicial y que la campaña fue antidemocrática e injusta pues se trató de Capriles contra el Estado”; b) que hubo irregularidades durante el proceso de votación , instalación de puntos rojos…,voto asistido con coacción...,y que fue una campaña tremendamente desigual…
Por supuesto que sabemos perfectamente que “los resultados no han sido cambiados”, pero lo que nosotros queremos es que esos resultados se cambien, ya que esos resultados serían otros si se toma en cuenta (repetiré lo que el Sr. Rector dijo): “…hubo irregularidades durante el proceso comicial y que la campaña fue antidemocrática e injusta, pues se trató de Capriles contra el Estado”. Entonces “esas “irregularidades” y “campaña antidemocrática…” parece que no importan mucho al Rector Díaz, cuya única preocupación parece ser saber si un elector votó más de una vez, cuando hay otras muchas irregularidades, “inventariadas” minuciosamente por la MUD, que cambiarían los resultados en centenares de miles de votos.
Además eso de “derecho a pataleo” dicho por un Rector, lo condeno, no tanto por ordinario e inoportuno (no es lo mismo decirlo en una conversación coloquial que en una declaración pública) sino porque en la estructura profunda, se dice “derecho a pataleo”, cuando una causa está definitivamente perdida y sólo queda el lamentarse.
Por eso decía yo que el Sr. Rector estaba como el corrido de Rosita Alvírez que estaba en su día de suerte / de las 20 puñaladas / sólo una fue de muerte… Para el Rector Díaz, Capriles está en sus días de suerte: de las veinte irregularidades sólo una es importante.
Ahora el carro del CNE puede andar tranquilamente porque ya tiene sus cauchos perfectos y, aunque un poco irregular, su caucho de repuesto.
PS: De todas maneras sabemos que la lucha seguirá y que Capriles ganará.
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