sábado, 15 de febrero de 2014

Addenda:Violencia oficial-Liturgia macabra


Violencia OFICIAL.
Desde hace mucho tiempo(12 años) vengo señalando que una de las cosas que se deben estudiar bien es "la lengua de Chávez", entendiendo por tal, además del idiolecto del Difunto, todo el aparataje retórico y gramático en general (léxico, semántico, etc.). A este efecto tengo que mencionar la entrevista que me hizo Mireya Tabuas, publicada en El Nacional la-cultura-en-la-batalla.blogspot.com/2009/11/la-batalla-de-la-lengua-2.html) en la que) en la que yo insistía en ese punto.
Traigo esto a colación porque el poschavismo (llamado impropiamente madurismo) ´tiene como su mejor herencia esa "lengua de Chávez" (llamada impropiamente neolingua, por algunos, no lingüistas), imponiéndola tal como lo hizo el Difunto en su momento.
Para entrar en materia:  Veo con preocupación lingüística: titulares, tweets, comunicaciones, etc. en los que se habla de "combatir la violencia", "víctimas de la violencia", cese de la violencia"... siempre con la lexía "violencia" a secas. 
Usada así, la palabra "violencia" es ambigua y engañosamente polisémica por abarcar un mayor espectro semántico en la estructura profunda. Me explico: esa "violencia" a secas significa implícitamente que proviene de dos bandos antagónicos: el gobierno tiránico y los manifestantes. Y es aquí donde viene el equívoco, pues, a mi parecer y por las pruebas que hay NO SE HA DEMOSTRADO QUE LA VIOLENCIA PROVIENE DE LA OPOSICIÓN, SINO DE LA TIRANÍA; por esa razón hay que delimitar el campo semántico y hablar solamente de la VIOLENCIA OFICIAL, pues de otra manera se estaría aceptando implícitamente, que también la oposición hace violencia, lo cual como ya dije, no se ha demostrado; además, en el supuesto negado de que sí hubiera violencia de parte de la oposición, no sería en todo caso una violencia ofensiva, como la de la tiranía, sino una violencia defensiva, perfectamente lícita, además de necesaria.
Conclusión: Cada vez que nosotros hablemos de violencia SIEMPRE debemos señalar que esa VIOLENCIA es OFICIAL, por lo que en lugar de hablar (o escribir "combatir la violencia", "víctimas de la violencia", cese de la violencia"... debemos "Combatir la violencia oficial" hablar de "vÍctimas de la violencia oficial", "cese de la violencia oficial", etc.
Liturgia macabra
II.- Apenas vimos las fotos y videos del fin de la marcha del 14F, final infausto por obra de las hordas salvajes, adictas al gobierno (y armadas por ese mismo gobierno, que les ha entregado parcelas de influencia en las que ellos son la "ley")  llamadas "colectivos", observamos (y todavía se puede ver en los diversos videos tomados esa tarde) a unos vándalos que estaban esperando agazapados como hienas, acompañados por elementos de la PNB (hasta había una patrulla, discretamente situada);¨igualmente se ve cómo van, armas en mano, a disparar contra la retaguardia (ya que la mayor parte de la concentración se estaba retirando); por último se observa cómo disparan, y ´policías (o bandidos) disparan directamente a dos: un valiente muchacho y un cobarde policía-miembro de un colectivo: ambos posteriormente murieron.
El policía-miembro del colectivo fue asesinado por el "disparante" o "disparador", por equivocación (lo confundió con un estudiante), o a propósito (por cualquier fútil causa); pero lo importante es que no fue muerto por ningún estudiante, y la razón es muy sencilla.
¿Quién va a creer que esos tipos se iban a quedar tranquilos, sin vengarse violentamente, en el supuesto negado, de que hubiera sido alguien de la marcha que disparó para defenderse del ataque? ¿No actúan siempre salvajemente, dentro de su doble personalidad de motorizado-malo+colectivo-salvaje? ¿No hubieran "celebrado" tanto la muerte como el entierro, con toda la liturgia macabra que tienen en estos casos, de disparos, muertes (hasta han penetrado en hospitales) como salvaje venganza? 
De modo que tan "pacífico" velatorio y entierro, en lugar de una más macabra liturgia, es la mejor señal de que la muerte no fue causada por los "violentos" estudiantes, sino por sus propios camaradas. (Además, la quema de vehículos de la CICPC y de otros dueños en los alrededores no se le ha comprobado a ninguno de los estudiantes o participantes en la manifestación.      
La mejor prueba de que el bandolero Montoya fue muerto por los suyos o por la PNB (por”equivocación”) es su entierro: ¿creen Uds. que de no ser así hubieran sido tan “pacíficos, sin haber descargado su furia criminal contra los estudiantes, “asesinos” de su camarada?
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 

 

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