Estrategia política: ¿Ganar batallas pero perder la guerra?
Escribo esto a las 8,30
am del 22/feb/2014, en medio de una confusión general, en medio de esta especie
de resumen de calamidades, frustración colectiva y demás etcéteras negativas.
Pero lo que más me mueve, es la torpeza, también más o menos colectiva, de los
habitantes, principalmente de sectores de clase media de todo el país (o del 8%
al que se refiere el sedicente Presidente), al abuso de “instalación” de
barricadas (mal llamadas “guarimbas”), en forma desordenado y a lo loco, que
cumplen en general, exactamente lo contrario de lo que se busca; además de ir
en contra de lo que se pudiera
considerar correcto en una elemental estrategia política (y “militar”). A veces
llego a creer que quienes hacen, favorecen o aúpan esa estrategia, son personas
adictas o simpatizantes del gobierno, por las consecuencias positivas para el
gobierno, simultáneamente negativas para los vecinos opositores.
En otras palabras: a) esos
cierres de calles, avenidas y vías de comunicación en general, a quienes perjudican
directamente, es a los vecinos, pues : no pueden asistir a sus trabajos, tanto ellos como
otros menos favorecidos pero que tienen que pasar por esos “corredores” para ir
también a su trabajo; impiden p.ej. a
señoras de limpieza (que no tienen sueldo fijo sino que cobran por jornada)
llegar a sus lugares de trabajo; impiden trabajos de servicio a la comunidad
(Teléfono,agua,etc. impiden la atención de emergencias; etc. b) dan armas a la tiranía para justificar su
represión, pues los culpan de que,
por causa de ellos, se suspenden los servicios de transporte colectivo, usado
principalmente por gente trabajadora, que ahora los puede ver como enemigos de
clase, tal como quiere el gobierno; y c) no consiguen el objetivo de fastidiar
o combatir al gobierno, pues en el resto de la ciudad, o sitio donde se hacen
esas “guarimbas”,…la vida sigue más o menos igual , y hasta justifica en cierto
sentido al sedicentePresidente su descarada y cínica mentira, al afirmar “que
sólo el 8% del país está contra él”…
No
es que no se hagan esas actividades en determinadas circunstancias; lo que se
pide es que haya un mínimo de sindéresis en esos “lideres parroquiales”, para
medir con la debida serenidad lo que conviene, en determinado momento, a la
causa por la que están combatiendo.
Por supuesto que sé que el
problema es que la misma anomia (falta de leyes) y anarquía (falta de gobierno)
que hay en la dirigencia del país (por eso digo que Venezuela es una “anomianarquía),
existe también en esos grupúsculos, en
los que a veces no se impone la sindéresis o el sentido común, sino el más
gritón.
Puede que alguien (de los pocos
que me leen), piense que cómo puedo yo, un simple soldado de a pie,tener razón. Pues bien: Winston Churchil,
Primer Ministro de Inglaterra en la II Guerra Mundial (y premio Nobel de
Literatura (¿?) expresó en sus Memorias (no recuerdo si refiriéndose a Alejando, Napoleón (?)
o a McArthur, el héroe del Pacífico) que un
general de 30 o 40 años (ha habido unos pocos, geniales todos), a veces debe afinar su estrategia consultando
a soldados de 50 ; con lo cual quería decir que hay que tomar en cuenta a los de abajo, a los simples soldados, sin los cuales no se puede ganar ninguna guerra y cuya experiencia es valiosa; por eso (por viejo), yo sí sé de estrategia política. De todas
maneras por mi escasa proyección política y como sé que en líneas generales comulgan conmigo,
Milagros Socorro, Laureano Márquez, Nelson Bocanada (hasta Claudio Nazoa), y otros más, muy valiosos también, pero como no los conozco no los nombro, porque no quiero que me traten de abusador), tienen una mayor
influencia en la opinión general, trataré de convencerlos para que hagan llegar
estas ideas a la mayor cantidad de gente. Ojalá consigamos “en vez de ganar pequeñas
batallas, lo que nos puede llevar a perder la guerra, que nos empeñemos más bien “en ganar la guerra” ,para hablar en los
términos a los que nos quiere acostumbrar esta horda de bandoleros y malandros,
la plaga más grande que ha caído en nuestro pobre país en todos sus años de
historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario