Últimamente la Biblia ha sido citada mucho, y se han
tomado expresiones de ella, muy a la ligera, sin ver lo que yo llamaría “la
estructura profunda”(simple analogía de la expresión de Chomsky).
Por
ejemplo: a propósito del “Dios proveerá” del señor Maduro, y de “el tiempo de
Dios es perfecto” de dirigentes de la oposición, deseo compartir con mis
alumn@s virtuales, inscritos y oyentes,
las siguientes consideraciones.
1.-
La lexía “el tiempo de Dios es perfecto” está basado en el capítulo 3 del
Eclesiastés; en ese capítulo se insiste en que “todo tiene su tiempo”, pero no para
ver, de manera fatalista o determinista como simples espectadores, lo que
sucede a nuestro alrededor, sino para hacer las cosas con sensatez y
“sabiduría”, ésta última no con el significado académico de hoy sino más bien
como “sentido común” o “sindéresis”.
Pero algo debe quedar claro: Dios no tiene tiempo, Dios es eterno y la eternidad no es
como una especie de tiempo infinito, como mucha gente cree; lo malo de lo
anterior es que si seguimos hablando de eso, ya nos meteríamos en Teología y
ese no es mi objetivo; lo único que pretendo señalar expresamente es el
oxímoron que supone “el tiempo de Dios”. Expresión además que sólo pretende “antropomorfizar”
la lexía “eternidad”,concepto etéreo, espiritual, imposible de entender, por
nuestra limitada capacidad, de una manera comprensible y a nuestro alcance: algo parecido a la representación
“visible” de la Trinidad católica: Padre, Hijo y Espíritu Santo, representada
respectivamente El Padre en forma de venerable anciano; el Hijo, segunda
persona de la Trinidad, en forma humana porque se hizo hombre, y el Espíritu
Santo, representado en una paloma, tal como se lee en el Bautismo de Cristo (Jn 1, 32).
En resumen: el tiempo de Dios , no se puede pensar
como una realidad, sino como figura retórica.
De la misma manera que también
es retórica la expresión, también bíblica, de :”un día es para el Dios como mil
años y mil años como un día (3 Pe 28)… De no ser sólo una figura retórica, estaríamos los
venezolanos en el grave problema de pensar que de los 15 años que llevamos en
el desastre en el que estamos,¿cuál será la verdad (o a qué tiempo
se referirá, quien diga que el tiempo de
Dios es perfecto)? ¿Querrá decir: a) que nos vamos a calar 15.000 años
más del estado anomianárquico chavismadurcomunista en el que estamos
empantanados, o b) que los 15 años que
llevamos de doloroso calvario fueron apenas unos 15 segundos? **Evidentemente
tenemos que decir que “ni lo uno ni lo otro sino todo lo contario”.
2.- La
lexía “Dios proveerá”, encierra significados negativos y engañosos y no como lo
pretendía, creo yo, el supuesto Sr.
Maduro en su hilarante, desconcertante, decepcionante e insultante presentación
del miércoles 21 de enero.
Comencemos con la primera mención del “Dios
proveerá”. En el libro del Génesis, capítulo 22, se cuenta cómo quiso poner
Dios a prueba a Abrahán, diciéndole que quería que le sacrificara a su hijo
Isaac.
Pero, dice la Biblia, que Abrahán sin chistar, “se levantó de
madrugada, preparó su burro”, y con dos sirvientes fue con leña para el lugar
del sacrificio que Dios le había indicado. Abrahán se separó de los dos
sirvientes, hizo que Isaac cargara la leña , tomó el cuchillo y lo necesario
para hacer el fuego y se fueron los dos (Abrahán e Isaac) juntos. En el camino
Isaac le dijo a su padre: ”tenemos el fuego y la leña, pero ¿dónde está el
cordero para el sacrificio? A lo que Abrahán
contestó: “Dios proveerá”…(Gn 22, 8). Lo que sigue de la historia no lo cuento porque
toda persona medianamente culta sabe cómo termina.
Lo que quiero resaltar, sin
comentar si Abrahán se portó o no como buen padre, es que para él lo importante era Dios, y por eso engañó
a su hijo, hasta el punto de intentar sacrificarlo.
Vemos entonces que para
Maduro lo importante (su dios particular) es el poder, y con el poder, viene el
engaño, la mentira, la arbitrariedad, la rapiña, la anulación de todos los que
no estén con él… Y pone nada menos que
al Dios verdadero como excusa.
Lo digo porque el pretendido señor
Maduro, dice que no importa el sacrificio
que va a hacer porque, Alguien que no es él (Maduro), y que por su omnipotencia
lo puede todo, va a venir a resolver este rollo. Esa es la trampa de Maduro, de modo que su
expresión no fue ningún “lapsus brutis” como alguien pudiera pensar, sino una
genialidad maquiavélica (sin que haya salido de
él expresamente por supuesto, pues no lo considero tan inteligente para hacer
eso, pero pienso que el diablo de vez en cuando le inspira pensamientos
“geniales” a sus adeptos).
La
consecuencia es que el “Dios proveerá” de Maduro es prácticamente una
blasfemia: Maduro nos jo..roba y que venga Dios a ver qué hace.
Veamos
otra mención bíblica, del “Dios proveerá”. En la Carta de S. Pablo a los
Filipenses, se lee en el cap.4 versículo 19, algo parecido al “Dios proveerá”.
San
Pablo le agradece a sus fieles filipenses todo lo que le han dado, y él (San
Pablo) expresa que con lo que le dieron, no solamente cubrió sus gastos, sino
que “tenía suficiente, e incluso le sobró”(Flp 4, 18) por lo cual “Dios atenderá todas sus necesidades (de los filipenses y de él)…”(Flp 4, 19). Es decir “Dios
proveerá”, o ayudará a Pablo y Filipenses, pero como premio a una buena acción
y buena administración… que no es de ninguna manera el caso del presunto señor
Maduro.
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