sábado, 31 de diciembre de 2011

Cultura y Navidad-Medida del Tiempo, Calendarios, etc


                Esta sesión estaba programada para ser publicada el 15 de diciembre, pero por emergencias de salud y viajes inesperados,  se atrasó. Sin embargo como todavía estamos a tiempo… ahí va.
                1.- NAVIDAD
                De la Navidad, su origen, su significación y su imposición como fiesta hay muchas teorías y suposiciones: trataré de resumir las más importantes y posibles.
            Pero antes de comenzar, ¿qué significa Navidad? La palabra Navidad es una forma apocopada de Natividad, que significa nacimiento; con mayúscula y en nuestro contexto significa Nacimiento de Jesús.
Al principio, entre las fiestas que explican el misterio de Cristo, estaba  la Navidad y junto con ella la Epifanía. Hoy existen con dos nombres diversos: la del 25 de diciembre, Navidad y la del 6 de enero, Epifanía. La distinción y coexistencia de ellas data de finales del s. IV y principios del s. V. En la primera mitad del s. IV, las dos fiestas eran una única celebración de la Encarnación del Verbo, pero mientras esta fiesta se celebraba en Oriente el 6 de enero con el nombre de "Epifanía", en Occidente el Natalis Domini (nombre que le daban en Roma) era celebrado el 25 de diciembre. El día de Navidad aparece en Roma en el documento llamado Cronógrafo Filocaliano que data de 336; tratándose de un calendario litúrgico parece cierto que la indicación no sea una simple muestra histórica sino el dato de una fiesta en cuanto se considera que las demás fiestas parten del 25 de diciembre.
¿Por qué en diciembre y el 25 ? La explicación que históricamente parece más probable es la que ve en la fiesta del nuevo sol, o sea la Natalis Invicti, como se decía entonces. El culto al sol estaba en gran auge por el mitracismo y fue de una última gran ofensiva contra el cristianismo precisamente en el siglo IV. Por ejemplo fue un gran honor para los emperadores del siglo III, entre ellos Aureliano, quien erigió un gran templo en honor al sol en Roma en el campo Marcio, teniendo como símbolo el sol, por la gran ofensiva continuada bajo Aureliano el Apóstata (335); la fiesta por excelencia del sol fue así el solsticio de invierno en cuanto representaba la anual victoria del sol sobre las tinieblas y caía el 25 de diciembre. Inspirados los cristianos en las escrituras y por las circunstancias ambientales, la simbología de la luz y del sol como referencia a Cristo fue muy desarrollada y consagrada por ellos. Hay algunos textos bíblicos como el salmo 18 "Ha hecho del sol su morada", "resurgirá para nosotros el sol de justicia" (Mal 4, 2), "Vendrá a visitarnos el sol”, símbolo de Cristo;  la manera de rezar  vueltos hacia el oriente, estaba difundido entre los cristianos en el momento en que se celebraba el nacimiento astronómico del sol, representando también al verdadero sol: Cristo; y como ya dijimos, el Cronógrafo Filocaliano (el 354) señala el nacimiento de Cristo, el 25 de diciembre en el mismo día en el que el calendario civil señalaba Natalis Invicti.
De modo que como fiesta religiosa se celebra más o menos desde el siglo VI: en 532 d.C., Dionisio el Exiguo, un monje de origen sirio que vivía en un convento de Roma, matemático y teólogo, tras profundos estudios de la Biblia y de las fuentes históricas tomó como fecha de nacimiento de Jesús el 25 de Diciembre, fiándose de una tradición. Por medio de estudios comparativos (el procedimiento usual) y retrocediendo en el tiempo, el monje Dionisio fijó la fecha del nacimiento de Jesús en los últimos días del año 753 de la fundación de Roma (el 1 de Enero del año 754 sería el primero de la era cristiana: Jesús tendría en ese momento ocho días) y propuso que dicho año fuera llamado 1 a.D. (anno Domini), es decir, el año 1 del Señor. El clero difundió rápidamente este sistema de datación, aunque su introducción oficial tuvo lugar en épocas muy distintas en cada país. Por ejemplo, Carlomagno decretó su uso el mismo año de su coronación, que, de 1.554 a.u.c., pasó a ser el año 800 a.D.
Pero Dionisio estaba equivocado ya que de acuerdo con la cronología de Herodes el Grande, (el que mandó a matar a los Inocentes), murió en el 750 a.u.c. Por tanto Jesús debió nacer en el 748 o 749, uno o dos años antes de la muerte de Herodes. De modo que hay como cinco o seis años de diferencia... ¡que duran hasta hoy!
Pero ¿realmente el nacimiento de Cristo fue el 25 de diciembre? Según el tratado Solstitiis et aequinoctiis (s. IV) Jesús sería concebido en el mismo día y mes en que sería muerto, o sea el 25 de marzo; por lo tanto el nacimiento caería el 25 de diciembre. Pero esta tradición parece que no está en el origen de la fiesta y más bien sería una tentativa de explicación sobre una base de misticismo astrológico muy en boga en ese tiempo.
San Jerónimo queriendo explicar que el nacimiento de Cristo debe ser celebrado el 25 de diciembre dice: "Hasta aquel día (25 de diciembre) crecen las tinieblas y desde aquel día disminuye el error y viene la verdad. Hoy nace nuestro sol de justicia" ( Sermón, in Anecd. Mared III 2, 297). Y san Máximo de Turín (mitad del s. IV) afirma: "Es cierto y tiene razón: en este día el nacimiento de Cristo vulgarmente dicho el nuevo sol ...

2.- En cuanto a los Reyes Magos, fuera de Roma, en África, el nacimiento es atestiguado ya por Optato de Milevo (360 a.D.) festejando también la adoración de los Magos con la fiesta del 25 de diciembre. En Oriente la fiesta del nacimiento comienza a aparecer al final del siglo IV, siempre asociada a la adoración de los Magos. En el 380 Gregorio Nacianzeno la introduce en Constantinopla (In Sancta Lumina, PG 36, 349). Una homilía pronunciada el 20 de diciembre por San Juan Crisóstomo, entonces simple sacerdote de Antioquía, nos informa que la primera vez en el año 386 se celebra el nacimiento de Jesús en aquella ciudad el 25 de diciembre como fiesta distinta de la Epifanía (del 6 de Enero) que era una fiesta venida de Roma.
Los magos vienen de Oriente. Pero ¿de qué parte de Oriente? El texto no lo dice, pero se sobrentiende que, si son “Magos”, y así se llamaban a los sacerdotes persas, es lógico que se creyera que venían desde Persia. De hecho en el arte del cristianismo primitivo los Magos eran dibujados con indumentaria persa: túnicas ceñidas, mangas largas, pantalones y gorro frigio.
Algunos estudiosos han propuesto que los Magos procedían de Babilonia, es decir, el actual Irak, ya que entre los babilonios, llamados también caldeos, había, desde los albores de la era histórica, un gran interés por la astronomía y la astrología. En el libro del profeta Daniel aparecen muy frecuentemente Magos cuando el autor describe la corte de Nabucodonosor y Baltasar en Babilonia.
Finalmente, apoyándose en los regalos que traen los magos (oro, incienso y mirra), se ha pensado que estos Magos procedían de Arabia. Oro e incienso son los regalos que, según Isaías 60,6 y Salmo 72,15, traerán los pueblos orientales (desde Madián y Sabá, regiones ambas de Arabia, del noroeste y suroeste respectivamente) a Jerusalén en tiempos mesiánicos, como regalo al rey y alabanza al Dios de Israel.
2.- El árbol de Navidad.   En muchas religiones, sobre todo las orientales, el árbol es un signo de encuentro con lo sagrado, del encuentro del hombre con la divinidad y de la divinidad con el hombre. En mesoamérica, el árbol guarda un significado místico; inclusive consideraban el ahuehuete como árbol sagrado. Las tribus nórdicas europeas y americanas tenían árboles sagrados alrededor de los cuales se reunían para ritualmente entrar en comunión con Dios.
                 Por ello, el árbol de navidad  también tiene varios significados religiosos. Ha sido utilizado como símbolo de la unión del cielo y la tierra, nos recuerda la redención y se asocia con el árbol de la vida, que lucía en medio del jardín del Edén. Las esferas simbolizan los frutos del Árbol vivo que es Jesús y sus decoraciones nos recuerdan las gracias que el hombre tenía cuando vivía en el paraíso en completa amistad. Las luces que se encienden y se apagan representan la luz de Cristo, el estado paradisíaco que del amor de Cristo. Y la estrella que se coloca en la punta del árbol, representa la estrella de Belén que anuncia la redención de la humanidad.
Hay muchas leyendas y cuentos, algunos francamente fantásticos y sin ningún asidero, para explicar el origen del árbol como símbolo de la Navidad. En lo que todos están de acuerdo es que, en las fiestas que los celtas celebraban los druidas en el solsticio de invierno, adornaban con luces un abeto, árbol que no perdía su verdor en invierno, símbolo de la victoria y permanencia de la naturaleza; ellos  celebraban alrededor de él la fiesta grupal más solemne de la época; una vez convertidos al cristianismo, seguían sin embargo con su adoración al árbol. Entonces el cristianismo hizo lo que solía hacer en esos casos: asimiló el árbol con el nacimiento de Jesús, de modo que el abeto (pino o cualquier Abietácea de hojas persistentes en invierno) empezó a ser un símbolo cristiano (el primero). Por eso desde hace mucho tiempo se pone un pino gigantesco en la plaza de Roma, frente a San Pedro.; en la época de Juan Pablo II venía de Polonia y con Benedicto XVI lo mandan desde Baviera, Alemania, tierra natal del papa Ratzinger.
Según Ramón Talavera Franco, otra leyenda cuenta que  el primer árbol de navidad fue decorado con sangre; según él esa es una de las leyendas que se tejen en torno a este árbol que todas las navidades es colocado en la mayoría de los hogares de América y Europa. Esta leyenda  menciona que en la Alemania precristiana se realizaban dos ritos: el primero al Dios Odín ( “padre de todos” según la mitología escandinava). Su rito   consistía  en que un grupo de guerreros se reunía en torno al roble sagrado de Odín y a manera de tributo, ofrendaban las vidas de los prisioneros de guerra. El segundo rito estaba dedicado al Dios Thor, (hijo de Odín. Considerado como el más fuerte de todos los Dioses nórdicos). En su nombre realizaban una ceremonia con pencas de palma de doce hojas, cada una de las cuales representaba un mes del año. Al finalizar la ceremonia, encendían la punta de cada hoja y apilaban las palmas en forma de pirámide formando una hoguera en su honor.
Pero estos ritos sufrieron un cambio importante a partir del siglo VII, con la llegada a Alemania de San Bonifacio, el gran predicador del cristianismo en esa zona. Cuenta la tradición que al darse cuenta de los sacrificios humanos que practicaban los nativos en el roble dedicado a Odín, San Bonifacio decidió usar un abeto para evangelizarlos a través de él; aprovechando su forma triangular, logró transmitirles el concepto de la Santísima Trinidad  (Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo). También, poco a poco consiguió que los nativos se convirtieran a la religión cristiana y que empezaran a venerar este abeto como el árbol de Dios, así como antes veneraron el roble como el Dios Odín.
Según estas leyendas, estos fueron los primeros pasos para el nacimiento del “Árbol de navidad” que conocemos hoy en día, ya que fue la primera vez (mucho antes del nacimiento de San Francisco de Asís en el siglo XIII) que se usa como un ícono relacionado con la cristiandad. Pero, ¿cómo se transformó éste árbol en lo que es ahora?
En lo que se refiere a su ornamentación, se afirma que fue Martín Lutero (1483-1546) quien “inventó” el árbol de navidad. Según la leyenda, una noche en la que Lutero regresaba a casa, observó que la luz de las estrellas centelleaba en las ramas de los árboles cubiertos de nieve. Esto le hizo recordar la estrella de Belem que guió a los pastores la noche en que nació Jesús e inspirado por esta imagen taló un árbol, lo llevó a su casa y lo decoró con velas, nueces y manzanas tratando de explicar así los dones que los hombres recibieron con el nacimiento de Jesucristo.
Al correr de los años, esta idea se esparció por algunas provincias de Alemania y para el siglo XVI, la gente ya empezaba a tener la costumbre de colocar un abeto en sus hogares.
Pero como estos abetos necesitaban de decoración, se comenzaron  a inventar adornos, naciendo así los  mercados de objetos de navidad en algunos pueblos de Alemania. En estos mercados, la gente compraba regalos, comida, pan de jengibre y adornos de velas para colocarlos al pie de sus árboles. Y las familias comenzaron a tener la costumbre de reunirse en torno al árbol de navidad, como empezó a llamarse. Fue entonces cuando el 24 de Diciembre, fecha del natalicio de Jesucristo, se empezó otra tradición: llevar a los niños de paseo o de día de campo, para que los adultos pudieran colocar y decorar con dulces y juguetes el árbol. Así a su regreso, los niños eran sorprendidos con el árbol y sus regalos, dando inicio la celebración de la fiesta de navidad.
 En Inglaterra el árbol de navidad llegó hacia 1846 gracias al matrimonio del Príncipe Alberto (alemán de nacimiento) con la Reina Victoria. Debido a que el árbol de navidad ya era una costumbre arraigada en Alemania, el Príncipe Alberto decidió pasar sus navidades como lo hacía en su país. Por ello, pidió que se colocara un inmenso árbol de navidad en el castillo de Windsor y fue tal su aceptación que pronto se propagó a la clase media y luego a las clases trabajadoras. 
En esa época inició otra costumbre: que las mujeres realizaran las decoraciones navideñas en sus casas, siendo algunas de ellas: ángeles, pequeñas bolsas que contenían regalos secretos, canastas con almendras azucaradas y velas.
Después de la muerte de la Reina Victoria, el pueblo se puso de luto y se dejaron de poner los árboles en las casas por un tiempo, pero prontamente se recuperó esta tradición e Inglaterra volvió a iluminar sus hogares con los árboles de navidad.
 Debido a la cada vez mayor tala de árboles, se empezaron a “usar”ar los árboles de navidad artificiales: comenzaron a ser importados de Alemania a América alrededor de 1880 a través de tiendas como FW Woolworth. Fueron seguidos por patentes de luz eléctrica y ganchos de metal para colgar las decoraciones.
 Estos primeros árboles eran pequeños, pero a finales del siglo XIX, comenzaron a  fabricarse árboles cada vez más grandes. Esto marcó un hito en la sociedad, convirtiéndose en un símbolo de estatus: mientras más grande era el árbol, más opulenta era la familia. Y con respecto a los adornos ¡ni se diga! Fue la época en la que se sobrecargaban los árboles con todo tipo de decoraciones.
En ese entonces el mercado de árboles y adornos de navidad empezaba a expandirse por toda América y Europa, pero durante la primera guerra mundial, los árboles de navidad tuvieron que ser guardados en sus cajas en espera de la ansiada paz. En Inglaterra, por ejemplo, algunas familias optaron por decorar pequeños árboles y colocarlos en sus refugios, como una manera de aligerar su espera, pero al finalizar la guerra, inmensos árboles de navidad decoraron las plazas públicas y los hogares.
 A mediados de los años 60’, las ideas modernistas acapararon el mercado de los árboles de navidad y empezaron a crearse los árboles de aluminio plateado, pero hacia los años 70’s se recobró el gusto por los árboles naturales.
Ahora, en pleno año 2000, los materiales, tamaños y formas de los árboles de navidad son muy variados. Los fabricantes compiten por hacer adornos cada vez más llamativos y las tiendas llenan sus anaqueles con esferas, muñecos, ángeles, “Santas Clauses” que ríen y bailan; luces de colores con o sin música y toda una industria que crece día a día en torno a la navidad.
3.- Pesebre de Navidad
El Pesebre o Nacimiento, es una tradición que se remonta al siglo XIII por iniciativa de San Francisco de Asís. Se dice que, mientras predicaba por la campiña de Rieti, Italia, le sorprendió el crudo invierno  (era la Navidad del año 1223) al humilde predicador que vestía con harapos y se refugió en una ermita. Entonces se puso a rezar rodeado de aquella paz del bosque, y meditando la lectura del evangelista San Lucas  tuvo la inspiración de reproducir en vivo el misterio del nacimiento de Jesús en Belén. Construyó una casita de paja a modo de portal, puso un pesebre en su interior, trajo un buey y un asno de los campesinos del lugar e invitó a un pequeño grupo de ellos a reproducir la escena de la adoración de los pastores.
                Posteriormente, gracias a los franciscanos, la costumbre se extendió por Italia, el  resto de  Europa  y luego fue introducida al Nuevo Mundo por los mismos frailes franciscanos, durante la colonización y evangelización ibérica a partir del siglo XV y XVI, perdurando hasta el día de hoy, aunque últimamente ha cedido a favor del arbolito.

4.- El Tiempo – Calendario – Fin de año...
                El tiempo, su medición, orígenes, etc. aparece en el mundo occidental, unido a la Navidad. La relación es evidente ya que como vimos, Dionisio el Exiguo se preocupó de este asunto con motivo de sus investigaciones acerca de la fecha del nacimiento de Jesús, punto de partida, para él, de la Historia; antes, la fundación de la Ciudad (de Roma) (anno Urbe condita = a.U.c. como se le conoce) había sido para los romanos el año de inicio[1]. Por cierto que los Romanos creían que la ciudad había sido fundada el 21 de abril, día en que todavía se celebra en Roma el día de la Ciudad
Entre los romanos, para la época de Dionisio el Exiguo, el tiempo se medía según el calendario implantado por Julio César hacia el 46 a. C. (708 aU.c.) Antes de esa reforma, a partir del año 753 a.C., los romanos, aunque se supone que eran conocedores del calendario de los etruscos, tenían el Calendario de Numa, segundo rey de Roma, formado por 12 meses alternados de 29 y 30 días, al que se le añadía un mes denominado mercedonio cada dos años, cuya duración alternaba entre 22 o 23 días, con el propósito de obtener el valor medio de 365,25 días del ciclo solar. Este calendario fue modificado, el siglo V a.C., sin causas justificadas en tiempos de los decenviros, añadiendo un día a los 354 que constituían el año normal de Numa.
      1.      Los meses se llamaban (seguido de la cantidad de días que poseía
              cada uno): Martius (31) primer mes dedicado al dios Marte;
2.       Aprilis (29) mesde la germinación en el que se supone se abría la       Naturaleza;
3.       Maius (31) dedicado a la diosa Maia, una de las Atlántides;
4.       Junius (29) dedicado a la diosa Juno, hermana y esposa de Júpiter, diosa   de la luz y del matrimonio.(El chorro de leche que se le escapó de los pechos cuando amamantaba a Hércules originó la Vía Láctea,Milky Way, en inglés).
5.      Quintilis (31) quinto mes, llamado luego Julius en honor a Julio César, reformador del calendario.
6.       Sextilis (29), llamado después Augustus, en honor a Julius Caesar Octavianus, sobrino de Julio César y primer emperador y a quien el Senado confirió el título de Augustus.
7.        September (29) mes séptimo;
8.        October (31) mes octavo;
9.        November (29); mes novena;
10.      December (29) mes décimo
11.    Januarius (29), dedicado al dios Jano, una de las antiguas   divinidades de los romanos;   
12.    Februarius (28), mes de la purificación o expiación (según Ovidio); dedicado a Februs, divinidad latina equivalente a Pluto o DisPater.
Los romanos no numeraban los días como nosotros, porque sólo tres días de cada mes tenían “nombre”:
a)  Kalendae (Calendas) el 1° de cada mes;
b) Nonae (Nonas),que significaba nueve días antes de los Idus y era el  5 en los meses de marzo, mayo, quintilis (llamado después julio) y octubre; y el 7 en los  ocho meses restantes (enero, febrero, abril, junio, sextilis (llamado después agosto), septiembre, noviembre y diciembre); y  
c) las   Idus, que eran los 13 y (al igual que las nonas), en los meses de marzo, mayo, quintilis (llamado después julio) y octubre; y 15, en los ocho meses restantes (enero, febrero, abril, junio, sextilis (llamado después agosto), septiembre, noviembre y diciembre).  {Cesar fue asesinado en las Idus de Marzo (o sea el 15 de marzo) del 44 a.C.}.
Los demás días se nombraban según los días que faltaran para la próxima fecha fija: p.ej.: el 25 de diciembre sería: ante diem VIII kalendas Januarias, que se abreviaba a.d.VIII kal.Jan. (faltan 8 días para las Kalendas de enero); 7 de febrero sería: a.d.IX id.feb. =faltan 9 días para las idus de febrero, etc. 
 Además existían días específicos señalizados a lo largo del año, como los “dies Fasti”, de buen augurio; los “dies Nefasti” de mal augurio; los “dies Comitiales”, en  que la Comitia o Asamblea de Ciudadanos celebraba sus reuniones; los “dies fastus purus”, “dies nefastus purus”, días destinados a las ofrendas; etc.
5.- El año comenzaba en marzo, pero en el siglo II a.C. se desplaza el origen del año quedando desfasada así la designación numeral de los meses (ya quintilis no era quinto sino séptimo, sextilis octavo, octubre décimo, etc.)  disposición conservada en las reformas juliana y gregoriana y que permanece hasta hoy.
Pero por el efecto de malos cálculos matemáticos, unido a la mala administración, las fiestas y otras fechas se habían desfasado sesenta y siete días completos: por ejemplo la fiesta de Flora (la Floralia) que caía el 28 de abril, estaba inscrita el 11 de sextilis; por eso en el año 708 de la fundación de Roma (a.U.C.),más o menos 46 a.C., Cayo Julio César (100-44 a.C.), queriendo corregir esos enormes errores, decreta la reforma del calendario, llamando en su auxilio al matemático griego Sosígenes, quien adoptó el calendario solar egipcio, basado en la traslación elíptica de la Tierra (calculada actualmente en  365 días, 5 horas,  48 v minutos y 48 segundos (en números redondos 365 días y ¼).
Ese año de 708 a.U.c. llamado año de la confusión, se alargó de manera que quedaron reparados los errores preexistentes. Entonces César aumentó 90 días para hacer que comenzara el 1° de enero del 709 a.U.c. el primer año de la era Juliana. Esos 90 días se distribuyeron de modo que los meses quedaran así:  
Ø  Januarius (Enero)  31 días;
Ø  Februarius (Febrero) 28;
Ø  Martius (Marzo) 31
Ø  Aprilis (Abril) 30;
Ø  Maius (Mayo) 31;
Ø  Junius  (Junio) 30
Ø  Quintilis (llamado ahora Julio por en honor a Julio César) 31;
Ø  Sextilis (llamado después Agosto en honor a Julius Caesar Octavianus, sobrino de Julio César , primer emperador y a quien el Senado le otorgó el título de Augustus) 31;
Ø  September  (Septiembre) 30;
Ø  October (Octubre) 31;
Ø  November (Noviembre) 30;
Ø  December (Diciembre) 31

Pero el movimiento de traslación no era exactamente de 365 días, sino que sobraba aproximadamente ¼ de día cada año; por ese motivo se intercaló  un día extra entre el 23 y el 24 de febrero de cada cuatro años para compensar la diferencia. Como entre los romanos el día 24 de febrero se llamaba ante diem sextum kalendas martias  (seis días antes de las calendas de marzo)(abreviado a.d.VI Kal.mar) el día intercalado se llamó ante diem bissextum kalendas martias (a.d.bisVI kal.mar.) ( algo así como día bis sexto antes de las calendas de marzo,  por lo cual ese año se llamaba bisiesto.
6.- Reforma del Calendario Juliano por Gregorio XIII
La iglesia católica usaba el calendario juliano, vigente como ya lo dijimos al hablar de la Navidad, hasta que se comenzó a hablar de la era cristiana, (es decir: a partir del nacimiento de Jesús y no desde el año de la fundación de la Ciudad (a.U.c.); pero debemos recordar que para acercar lo más posible el calendario al año astronómico se había añadido un día cada cuatro años; pero esa porción (1/4 de día) no era del todo exacto por lo cual sucedió algo parecido a lo que detectó y trató de corregir Julio César en el 708 a.U.c.: un desfase de cerca de 11 días.
Ante esto se hace necesario la reforma del calendario juliano por lo cual, el Concilio de Trento (1545-1563) habla de  ajustar el calendario para eliminar el desfase producido desde el primer Concilio de Nicea, celebrado en 325, [ en el que se había fijado que la Pascua de Resurrección  debía conmemorarse el domingo siguiente al plenilunio posterior al equinoccio de primavera en el hemisferio norte (equinoccio de otoño en el hemisferio sur). Aquel año 325 el equinoccio había ocurrido el día 21 de marzo,[] pero con el paso del tiempo la fecha del acontecimiento se había ido adelantando hasta el punto de que en 1582, el desfase era ya de 10 días, y el equinoccio se fechó el 11 de marzo.
El impulsor de la reforma del calendario fue Ugo Buocompagni, jurista eclesiástico, elegido Papa el 14 de mayo de 1572 bajo el nombre de Gregorio XIII. Se constituye la Comisión del Calendario, en la que destaca Cristóbal Clavio astrónomo jesuita, el "Euclides de su tiempo", reputado matemático y astrónomo. El mismo Galileo Galilei lo requirió como aval científico de sus observaciones telescópicas. Un cráter de la Luna lleva su nombre. Colaboró con él,  Lilio, médico y astrónomo, del que sabemos que fue el principal autor de la reforma del calendario. Muere en 1576 sin ver culminado el proceso. Finalmente, un personaje más en esta historia: Alfonso X de Castilla, El Sabio: el valor dado al año trópico en las Tablas alfonsíes de 365 días 5 horas 49 minutos y 16 segundos es el tomado como correcto por la Comisión del Calendario. Pedro Chacón, matemático español, redacta el Compendium con el dictamen de Lilio, apoyado por Clavio, y se llega al 14 de septiembre de 1580 cuando se aprueba la reforma (Bula Inter Gravissimas)  para llevarla a la práctica en octubre de 1582.
Al jueves -juliano- 4 de octubre de 1582 le sucede el viernes -gregoriano- 15 de octubre de 1582. Diez días desaparecen debido a que ya se habían contado de más en el calendario juliano. Por cierto que Santa Teresa de Ávila muere ese 4 de octubre  y es enterrada al día siguiente…15 de octubre!
Resumiendo: la reforma gregoriana, constaba de tres partes:

'Primero'. Se eliminaron 10 días del calendario, pasando del jueves 4 de octubre de 1582 al viernes 15 de octubre de 1582. Como dato curioso  El objetivo que se perseguía es que el equinoccio de primavera del hemisferio norte cayera el 21 de marzo.
Segundo. Modificaron la regla de los años bisiestos. Antes de 1582 los años bisiestos eran siempre los múltiplos de cuatro. Por ejemplo 1500, 1504, 1508, etc. Con la reforma, se quitan algunos. Concretamente, los años que sean múltiplos de 100 pero que no sean múltiplos de 400. Así, se han quitado los bisiestos de los años 1700, 1800 y 1900, pero no los de 1600 y 2000. Estos dos últimos son múltiplos de 400. La finalidad de estos cambios es que en cada periodo de 400 años haya sólo 97 bisiestos. De esta forma la duración media del año sería 365 + (97/400) días. Esto es 365,2425 días. Se aproxima más al año trópico real (365,2422 días) que el sistema anterior que tiene una duración media de 365,25 días.
Tercero. Se modificaron las fórmulas que sirven para calcular la fecha de la Pascua cristiana o Domingo de Resurrección.
El calendario se adoptó inmediatamente en los territorios pontificios y en los que estaban controlados por Felipe II de España; enseguida lo adoptaron los restantes países católicos; en cuanto a los países protestantes éstos no lo adoptaron hasta unos cien años después; no se implantó en Gran Bretaña hasta 1752 y en Rusia hasta 1918. Como nota curiosa: la Revolución de Octubre (1917) en Rusia, para el resto de los países de Europa fue en noviembre; exactamente el día 7, pues los rusos se regían todavía por el calendario de la Iglesia Ortodoxa.
7.-Otros calendarios: El calendario judío. 'Rosh Hashana' o cabeza de año. Así se denomina en hebreo la festividad que comenzó en la noche del miércoles 28 de septiembre que conmemora el nuevo año según el calendario judío. Nada más y nada menos que el 5772, es decir que ya ellos pasaron su “año nuevo”.
El calendario judío regula el ritmo de la vida de los judios observantes de todo el mundo. Es un calendario luni-solar: los meses coinciden con el ciclo de la Luna, y las fiestas siempre caen en la misma fase de aquélla. Los meses son, alternativamente, de 29 y 30 días; el primer día de cada mes (y el trigésimo si lo hay) son fiestas menores. Para hacer corresponder el año lunar de 354 días con el solar de 365 se inserta un mes adicional, Adar Bet o Adar Shení siete veces cada 19 años. Este ajuste asegura que las fiestas caigan siempre en la misma estación, a diferencia de las musulmanas, que pueden caer en cualquier fecha del calendario solar; no obstante, hay cierta fluctuación en la fecha civil de las fiestas judías entre un año y otro.Las unidades menores del calendario judío son el día, que comienza y termina al anochecer, y la semana, que culmina en el Sabbath, el día santo de descanso, que se guarda cada sábado. El Sabbath domina la semana del judío observante como un constante recordatorio de su religión. El descanso sabático se remonta a la creación del mundo (según dice la Biblia, Dios descansó de su trabajo el séptimo día), y también tiene presente la redención final, y a menudo se describe como «anticipación de la eternidad». Es un tiempo de reposo y recreación, un retiro de los cuidados mundanos, y la ocasión de que la familia se reúna y comparta actividades.                (Sacado de: Nicholas de Lange. Atlas cultural del Pueblo Judío. Editorial Optima, págs.88-89).


[1] Es importante señalar que en latín clásico Urbs (Urbe) era sólo la ciudad de Roma, de modo que la expresión Urbi et Orbi, (referida en contextos legales, reglamentarios, disciplinarios, etc).significaba para los romanos, que eso tenía vigencia para la Ciudad(Roma) y para el mundo romano; posteriormente la Iglesia católica la comenzó a usar para las bendiciones papales, de modo que una bendición Urbi et Orbi es una bendición para Roma y para todo el mundo cristiano.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Globovisión: Entrevista completa.

Globovisión (11/XII/2011) Declaraciones Completas.
Aquí aparecen resumidas algunas cosas ya planteadas en blogs anteriores; la finalidad de esta entrevista era razonar bajo mi punto de vista la base lingüística que tiene el chavismo para tratar de crear Sindicatos, Gremios y/o Asociaciones paralelas para dominar así Sindicatos, Gremios y/o Asociaciones no afectas al "proyecto" de Chávez.

El artículo 9 de la Constitución de Venezuela dice: El idioma oficial (de Venezuela) es el castellano. Basado en ese supuesto trataré de exponer una serie de consideraciones, eminentemente linguísticas y sin ninguna intención política, más allá de las derivaciones lógicas normales que, en todo caso se podrían deducir no importa qué ideología se tenga o a qué parcialidad política se pertenezca
Desde que el presidente Chávez asumió el poder en 1999, y juró que cumpliría su deber, “por esta moribunda Constitución” (se refería a la de 1961), comencé a interesarme lingüísticamente en el asunto ya que siendo expreso el reconocimiento oficial del castellano como lengua oficial del país, el Presidente de la República, Tte. Cnel. (r) Hugo Rafael Chávez Frías, lo comenzara de una manera tan abusiva[1] para decir lo menos. A propósito de ese “añadido” de “moribunda” recuerdo lo que salió en la prensa INTERNACIONAL , el Jueves, 22 de Enero de 2009, a propósito de la 2ª. juramentación del presidente  Obama. La primera fue el martes 20 de enero de 2009, en la que Obama alteró el orden de las palabras, “porque había una palabra que saltó la secuencia que debía utilizar en la juramentación”.
Después noté que no era tan sólo un uso abusivo de la lengua, sino toda una estrategia, que al principio parecía no tener mayor importancia, pero que luego se convertiría en una sustitución paulatina del castellano (idiolecto[2]) del presidente por el idioma castellano.
Aclaro que lo de idiolecto no lo estoy tomando en sentido estricto lingüísticamente hablando como se define en la nota, porque no es cierto, sino en el sentido general de la forma o modo de hablar del presidente, con sus características de
*cambiarle los significados a las palabras (escuálido, amor, guerra, justicia, etc. que  no significan para él lo que aparece en el diccionario);
*uso de sus propios neologismos (p.ej.: dignificados), *eufemismos (privados de libertad en lugar de presos);
*anacolutos (es decir, ruptura de la frase o del discurso para darle mayor fuerza y ”espontaneidad”);
*apóstrofes (o sea interpelación a personas distintas de aquellas a las que se estaba dirigiendo, como cuando botó a los empleados de PDVSA o insultó al Nuncio;
 * el uso constante de diatribas, es decir, discursos o escritos violento e injurioso en discursos (sean oficiales o públicos y privados partidistas…) etc.

Esta sustitución fue total ya desde el principio: lo primero fue cambiar todos, absolutamente todos los nombres: desde el país, por República Bolivariana de Venezuela, pasando por los nombres de los Ministerios (cambiados totalmente o con el ridículo aditamento de (…del Poder Popular para…) , Congreso, Tribunal Supremo, Consejo Electoral, Institutos Autónomos, hasta  avenidas, sitios, parques, calles, (el Ávila, Parque R. Betancourt, Parque Jóvito Villalba, Salto Ángel, etc.) por citar sólo algunos. Esto parece cumplir lo que dice la Biblia cuando Dios puso a Adán delante de todas las cosas para que les pusiera nombre y entrara así en posesión de ellas (Gn 2,19-20); pero a Chávez como que le pasó lo mismo que a Adán que  no encontró una ayuda adecuada para sí” (Gn 2,20), y por eso el pobre Chávez tiene que hacerlo todo.
De esta sustitución del idioma oficial  por parte del Sr. Presidente de la República, trataré de sacar las siguientes conclusiones.
1º.) No hay comunicación (entre Chávez y opositores) porque no hay un código común (o lengua = langue, para el lingüista Martinet)  o sea un mecanismo que posibilite la redacción del mensaje (para Martinet parole (palabra);  como no  hay un código común no hay una lengua común: Chávez usa muy pocas veces el castellano oficial sino un idioma paralelo al castellano, que se podría llamar castellasno irónico: castellasno porque él cree que lo sabe todo y los demás somos unos asnos que no entendemos, salvo sus achichinques que lo entienden perfectamente; e irónico porque toda persona medianamente culta sabe que hay varias ironías: a) la “ironía socrática” que tenía una finalidad pedagógica y que consiste en ignorar aparentemente algo para obligar al oponente a profundizar en su pensamiento; ironía que obviamente no es la de Chávez; b) un segundo tipo de ironía que consiste en decir una cosa distinta o contraria a la que se siente; y c) otra que consiste en  poner en ridículo a alguien o algo, aparentando lo contrario”.
Chávez toma algo de las anteriores para usar su propia ironía, pero la de él es la que llama Schlegel ironía trágica, que consiste “en que el héroe se cree en el punto culminante de su carrera, mientras que sin él saberlo está ya preparada su caída”. (Diccionarios RioDuero – Literatura I,  pág. 152: )
Desde que asumió el poder en 1999, desde diversas tribunas mediáticas el presidente Chávez ha utilizado un lenguaje bélico, agresivo y descalificador: La palabra de Chávez es, según el eximio semiólogo Manuel Bermúdez, "el traje del alma y la voz del espíritu". Y como la retórica de violencia está marcando la forma de ser del venezolano, según sostiene Axel Capriles, esa violencia está siendo la presión del profundo deterioro y destructividad de nuestra sociedad. Veamos ejemplos de sus códigos de violencia:
Ø  Le dijo burro y borracho a *Bush, pendejo a *Insulza, lacayo a *Uribe y fascista de la calaña de Adolfo Hitler; y a Manuel Rosales desgraciaíto, mafioso, ladrón y asesino.
Ø  Mientras, amenazaba con tropas y aviones a varios países. "Señor ministro de la Defensa, muévame 10 batallones hacia la frontera con Colombia de inmediato. Ordeno el retiro de todo nuestro personal de la Embajada de Colombia... Sí canciller Nicolás Maduro, ciérreme la Embajada en Bogotá y que se vengan todos los funcionarios...
Ø  "Desde el programa televisivo Aló Presidente y frente a un desencajado ministro de la Defensa, el mandatario venezolano ordenó movilizar tropas a la frontera vecina, amenazó con un conflicto bélico y rompió relaciones con Colombia en pocos segundos. Fue la respuesta de un exaltado Hugo Chávez al ataque colombiano al campamento de las FARC ubicado en Ecuador.
Lo que quiero decir es que de ahí (de ese idioma paralelo de Chávez, violento y belicista parten todos los otros paralelismos maniqueístas (es decir en contraste:
·        Bien o bueno (yo y los que piensan como yo por imposición mía)   vs.
·        Malo o malo (los que o piensan distinto de mí o sencillamente no están conmigo).
El castellasno del presidente se ha impuesto pues, como “forma oficial” de hablar y escribir en su “proceso”: todo partidario suyo debe hablar y escribir como él (y la cosa ha llegado tan lejos que aún los no partidarios han adoptado sus “formas”), sobre todo en el género gramatical.
Las consecuencias de ese otro idioma son muchas, las más de las veces ridículas, contradictorias, cómicas y trágicas.
A)  Ridículas como el uso del género ya que al confundir género gramatical con sexo no observa las reglas del castellano oficial (el del art. 9 de la Constitución) que dice que: en los sustantivos que designan seres animados, el masculino gramatical no sólo se emplea para referirse a los individuos de sexo masculino, sino también para designar la clase, esto es a todos los individuos de la especie sin distinción de sexo: Ejs.:el hombre es un animal racional; el gato es un buen animal de compañía; en las calles de Caracas hay muchos perros realengos. Sólo cuando la oposición de sexo es un factor relevante en el contexto, se hace necesaria la presencia explícita de ambos sexos. Ejs.: La proporción de alumnos y alumnas en las aulas se ha ido invirtiendo progresivamente; en las actividades deportivas deberán participar por igual alumnos y alumnas.(RAE.Diccionario panhispánico de dudas.p.311.).

Lo anterior no se debe a machismo, sino a la ley lingüística de la economía expresiva; además quienes quieren modificar la lengua por “machista” olvidan que la culpa del machismo no es la lengua sino la sociedad;  si la sociedad es machista la lengua, como producto social, reflejará eso, de modo que en cierto sentido la lengua es víctima inocente ya que no es la culpable de esa desviación social: viene a ser como la fiebre, síntoma de enfermedad, no la enfermedad; cure pues la enfermedad (el machismo en la sociedad) y desaparecerá la fiebre (el “machismo lingüístico).
B)  Contradictorias, como se ve entre otras cosas;
B1)* en la aplicación del punto anterior (del género) en la “literatura” revolucionaria, empezando por la Constitución: en toda ella hay profusión de venezolanos y venezolanas, hijo o hija, extranjeros y extranjeras, Presidente o Presidenta, magistrados y magistradas, diputados y diputadas, ministros y ministra, etco.etca…pero si el “proceso” es antimachista y/o respetuoso de la mujer…¿por qué siempre se nombra primero el “género” masculino y luego  el femenino? ¿No “y que” la mujer debe ser primero? ¿porqué no hay fiscala al lado de fiscal?... 
B2)* en sus lemas: el primer lema Patria, socialismo o muerte fue impuesto como un dilema (dos cosas para escoger una como el cubano ¡Patria o muerte!). Pero resulta que Patria , Socialismo o Muerte es un trilema: me dan tres para que yo escoja uno; siempre lo dije pero nadie me hizo caso. Si voy de visita a una casa y me ofrecen agua, café o refresco tengo cuatro opciones: agua o café o refresco o nada. Un exalumno mío de la Academia Militar, me preguntó (cuando impusieron  el lema a los militares) que qué podía hacer sin faltar a la obediencia militar o a su conciencia. Le contesté que no sabía castellano y que le habían impuesto otro idioma, porque…si te preguntan Patria, Socialismo o Muerte…¿qué escoges tú? Patria, no? Cuál es entonces el problema? Nadie te ha dicho que debes contestar Socialismo; sólo que debes responder ¡venceremos! Pues bien, en tu fuero interno tu escoges Patria y en tu fuero interno también sabes qu8e venceremos. 
C)  Cómicas: derivadas de lo anterior: Léase si no, en voz alta, varios capítulos de la Constitución y se dará cuenta (después del malestar inicial por la cacofonía de esa cadena de masculinos y femeninos ridículos), que es un ridículo cómico. También trate de leer el preámbulo en una sola inspiración y expiración de voz… Por cierto que creo que se puede poner en el libro Guinnes ese preámbulo, como la oración, en toda la literatura castellana, que tiene  la prótasis más grande y la apódosis más pequeña [se llama prótasis en lingüística a la primera parte de una oración simple o primera oración de una compuesta, cuyo sentido queda incompleto y pendiente de ser completado por la segunda parte (llamada apódosis)], p.ej.: poco a poco (prótasis) se va lejos (apódosis)]. En el Preámbulo, la prótasis tiene 15 líneas, en fuente # 7 en un formato de libro 16avo.
D)  Trágicas para la gente (y para el idioma): 1º) porque, como ya lo expresamos, al cambiar el significado de las palabras (por ejemplo: amor, paz, escuálido, justicia, orden, etc. ) las consecuencias son terribles; por otro lado hay otras (pueblo, Juez, parlamento, gobierno, poder popular, etc.) que significan “Chávez”; otras sacadas de contexto con un significado diacrónico o sincrónico acomodaticio: historia, democracia, imperialismo, héroes de la patria, Bolívar, Páez,  etc. 2º) Los cambios no se reducen a la lengua sino que los cambios abarcan el campo de la semiótica: bandera, escudo, etc.
Capítulo especial merece, por su inconstitucionalidad y falsedad, el tratamiento especial  de comandante presidente que Chávez impuso a sus adláteres y achichinques para dirigirse a él.
Inconstitucional porque según el art. 21 #3 “sólo se dará el trato oficial de ciudadano o ciudadana; salvo las fórmulas diplomáticas. Trato oficial significa que en cualquier acto público, oficial o no cuando se mencione al presidente , ese es el único título que se le puede dar: ciudadano presidente.
Falso porque no es verdad que él (el ciudadano presidente sea Comandante presidente, ya que él sólo es, según el art. 236 #s 5 y 6, Comandante en Jefe de la Fuerza Armada Nacional (FAN) [llamada ahora, inconstitucionalmente también Armada Nacional Bolivariana (FANB)]. Por lo tanto él no es Comandante de ningún ciudadano, sino sólo de los soldados, no de nosotros, los ciudadanos civiles, como lo da a entender el genuflexo título de comandante presidente; lo más que se podría decir, si lo quieren resaltar es: es Ciudadano Presidente, Comandante en Jefe de la FAN.
.   

Por las razones anteriores y muchas más que están expuestas en mis otros trabajos sobre el tema es por lo que, de seguir así perderemos el idioma; y la lengua es un elemento tan importante que cuando se  pierde, como está sucediendo entre nosotros, se pierde también la independencia).



De modo que por lo anterior (otro idioma) en Venezuela todo, absolutamente todo, está dividido, para cumplir el lema latino Divide et Vinces (divide y vencerás). Por supuesto que esa división lingüística ha trascendido a los otros planos y de ahí viene las derivaciones o instituciones paralelas:
  
1.     Lengua (castellano y castellasno) y a raíz de esto cambio de significación: amor-honradez, seguridad, gobierno, pueblo, machismovs.feminismo (caso hijoeputa, insulto indirecto a la mujer que ya no es delito y aunque lo fuera ya lo habrían despenalizado), rebelión cívico-militar patriótica vs.golpe de estado el 4F, 27N, etc.
2.     Geografía (zonas chavistas y zonas no chavistas-Bernal).
3.     Historia (Oficial-revolucionaria y tradicional).
4.     Tiempo: dos tiempos diferentes: dias en la ejecución del amparo al estudiante Kevin Ávila y meses sin que a Globovisión le paren…
5.     Ejército (institucional vs.milicias)
6.     Población (chavistas y escuálidos)
7.     Ministerios (Misiones 37 y operativos fungen como ministerios paralelos)
8.     Presupuesto (normal – Créditos adicionales)
9.     Organismo internacionales (regionales: SICA, UNASUR, ALBA, PETROCARIBE etc. vs OEA, MERCOSUR, CAN, SELA, GRUPO DE RIO, CARICOM ).
10. Centros de Educación superior (Universidades, Capacitación (Inces)
11. Denominaciones paralelas (Guaraira Repano-dignificados-niños de la patria-privados de libertad- etc. porque las anteriores eran malas (imperialistas, escuálidas, etc).
12.  O descalificaciones (personalidades  o héroes que apenas si se nombran porque para Chávez lo que él no nombra no existe:Colón, Páez, etc.).


13. Y lo último que se trata de dividir ahora  son los Sindicatos, Gremios y Asociaciones- Colegios de Profesionales, etc. para dominar absolutamente todo.


[1] Aquí se toma abusivo  en su sentido etimológico: más allá del uso, distinto del uso habitual.
[2] Idiolecto en lingüística es  “la forma o variedad de una lengua hablada por un hablante en particular en un estilo dado”(Lyons), “la totalidad de las peculiaridades lingüísticas de la persona  particular  y de los matices individuales, inclusive (Ivić). En otras palabras es la manera como un hablante habla su lengua materna (tomando en cuenta entonación, léxico, sintaxis, prosodia, gestualidad, pronunciación, etc.). En el caso del presidente Chávez hay que notar también que él es un Tte.Cnel.(r) es decir, un militar por lo cual su idiolecto se tiñe de militaridad con lo que supone esta militaridad de arbitrariedad, obediencia ciega, etc.