lunes, 18 de julio de 2011

Insultos: lenguaje soez y vulgar

Un “animaldor”(sic) animaldor: es un neologismo que significa “animal que anima algo],   en horas de la noche, profirió, el 6 de julio y días subsiguientes, una sarta de insultos, groseros, bajos y soeces contra Miguel Henrique Otero, su madre María Teresa Castillo y María Corina Machado, personas todas de mi más alta estimación y admiración, salpicando de paso además, a Kico Baptista, mi alumno termocéfalo del Pedro Emilio Coll, a mi nieta adoptiva Carla Angola, y en general al equipo de Buenas Noches de Globovisión, entre ellos mi querida exalumna Mirla. Confieso que yo no oí ese programa sino que me hicieron llegar por email y no creí hasta que supe que era verdad por la denuncia pública que se hizo de esa barbaridad.  
A eso, Miguel Henrique Otero y su hermana Mariana contestaron  con una denuncia penal contra el autor de los “dichos”, cosa que apoyaron personalidades de  nuestro mundo social y cultural. Me parece que M.H.O. debió hacer eso por simple dignidad, pero la denuncia tuvo una publicidad exagerada, que le da más notoriedad al hecho y al individuo; además todos sabemos que no se hará justicia y más bien se podría obtener lo contrario, porque este desgobierno, ab initio (aun antes de ser gobierno: febrero de 1992) siempre convierte las derrotas en victorias (la última: la “gloriosa” batalla de El Rodeo, junio-julio de 2011).
Como  Kiko, Carla, Mirla y María Corina   no han replicado (porque no deben replicar o discutir, o pelear en un lodazal y  mucho menos en un albañal), decidí, ante tamaño exabruto (sic) exabruto: es un neologismo que significa “palabras provenientes de un individuo bruto] y a manera de desagravio y demostración de solidaridad y cariño, exponer, unas consideraciones lingüísticas, tomando en cuenta que el objeto del insulto es la destrucción del otro por medio del lenguaje.
El insulto político (o por motivos políticos, es decir, aquel que se hace por estar en campos políticos distintos), “no eran otra cosa”, como dice Francisco Javier Pérez (El insulto en Venezuela-Caracas,Fundación Bigott,2005:13), “que modos de aniquilación del contrincante político valiéndose de las palabras capaces de destruir el corazón de los rivales y, junto a él, de poner en entredicho la solvencia pública del atacado”. Al comenzar estas líneas, quise guiarme por la obra (El insulto en Venezuela) ya citada de mi admirado amigo y colega  y tener como modelo a tan insigne Maestro, pero no pude porque los ejemplos puestos por él como insultos, analizados en la obra citada, son expresiones de un lenguaje culto, castizo y paradigma del buen decir, como casi siempre habían sido las disputas políticas en Venezuela, inclusive en sus más polémicos momentos; todo lo contrario del lenguaje usado por el individuo al que me refiero:  grosero, obsceno, burdelesco  y que normalmente no usan las personas de un mínimo standard de urbanidad ni en sus más vulgares peleas o discusiones. En otras palabras: no se puede aplicar una teoría para lenguaje normal en el batiburrillo (más burrillo que bati) que tratamos de analizar.
Según Francisco Javier, los insultos son de varias clases, ya que dependen de la circunstancia en que se dan, de quién (quiénes) los profieren, cómo los hacen, etc.  y en su obra, él enuncia catorce categorías bajo el punto de vista de la forma (lingüística):
1.        Voces o expresiones groseras;
2.        Arcaísmos;
3.        Cultismos
4.        Eufemismos;
5.        Diminutivos;
6.        Gentilicios;
7.        Fórmulas de tratamiento;
8.        Amplificaciones;
9.        Truncaturas;
10.     Muletillas y comodines;
11.     Abreviaturas;
12.     Calificativos insultantes;
13.     Ironías;
14.     Gestos y referencias conceptualizadoras  de lo insultante.
De todos ellos, para el caso que nos ocupa y el individuo en cuestión, esas 14 categorías se reducen a la 1ª. (voces o expresiones groseras);porque:
a)              La persona a la que me refiero, n.p.i. (no posee información), por lo que no aparecen en su diccionario arcaísmos(2), cultismos(3) como adefesio, beodo, crápula, déspota, escoria, estulto, eunuco, fariseo, hazmerreir, imberbe, lacayo, meretriz, pedófilo, pelele, prostituta, rémora, tarambana, truhán, vándalo, zascandil y zopenco… ni  eufemismos (4),  como coprófago (o escatófago) con el mismo significado de comemierda  y otros estudiados  (e inventariados) como insultos políticos por Francisco Javier en la obra citada, sino en todo caso en el estudio del lenguaje escatológico;
b)             En cuanto a 7 (fórmulas de tratamiento) es tal su desconocimiento de fórmulas de cortesía, en el medio en el que él se mueve, que si alguien se atreve a llamarlo “señor”, se ofende porque  cree que esa palabra es una grosería.
c)              en cuanto al # 5 (diminutivos) “el usuario” busca convertirlos en  altamente ofensivos y los pasa al # 1.; se ponen como ejemplos: hombrecito, mujercita, tipito,tipita,  bichita, ratica;(seis);
d)             el #8 Amplificaciones (formados principalmente con los prefijos –re, -recontra y –requeté) también pasan al # 1 ya que  los usa el  quidam los usa para reforzar sus “deposiciones” lingüísticas y las multiplica por tres; p.ej. marico, remarico, recontramarico y requetemarico.
e)             No me alargaré refiriéndome a las demás tipos porque el fullano(sic)(se lee fulano y en los animales se dice del que tiene el rabo lleno de estiércol),  hace exactamente lo mismo: las asimila al # 1.   
Por lo tanto los insultos del individuo al que nos referimos no pueden entrar en la categoría de los insultos políticos, que estudia Francisco Javier en la obra citada, sino en todo caso en el estudio del lenguaje escatológico; y éste inclusive con reparos o reservas, porque el lenguaje que se estudia normalmente es el de los cumplen que  “de la abundancia del corazón habla la boca”; pero en el caso que nos ocupa, ese estudio no pertenece a la lingüística porque a nuestro individuo no se le forman las palabras ni en la mente ni en el corazón por lo que cuando habla parece más quien que defeca.
En mis años de estudiante de Letras (finales de los ´50 y comienzos de los ¨60), hice un trabajo sobre lenguaje escatológico, llamado “El lenguaje de los baños” (que por cierto a mí me pareció muy bueno pero a Ángel Rosenblat, mi Profesor de filología, sólo le pareció bueno); en ese trabajo trataba de estudiar el mundo de las groserías, escritas más  que orales, porque era más fácil documentar lo escrito en las paredes de los baños y excusados (públicos y privados) pues se podían fotografíar, mientras que todavía no se había popularizado el uso de grabadoras.
Pues bien, el trabajo quedó engavetado, sin poder publicarse, porque al Prof. Rosenblat le pareció que no era conveniente, bajo el punto de vista de la decencia; y no porque Rosenblat fuera “purista” o “pacato” (era todo lo contario), sino que le parecía que eso era muy interesante filológicamente, pero que para no especialistas podría ser contraproducente,” porque no iban a entender” dado el rechazo natural a lo ordinario y vulgar en una sociedad “bien hablada”…  Comparen lo de ese señor, con:
a)      En este siglo de miércoles // caga el buey y caga la vaca// caga el Rey y caga el Papa//y nadie de cagar se escapa. (baño de un Instituto religioso)
b)      Dado el coseno polar// y el logaritmo de pi// averiguar si es aquí// donde se viene a cagar//.(baño de ingeniería de la UCV.
c)       Por favor, los que depositen en esta taquilla, nodejen el sencillo regado en el mostrador (letrero artísticamente hecho y colocado en la tapa del tanque de la poceta del  baño de secretarias de un Banco en el centro de Caracas)
(Si el Prof. Rosenblat hubiera oído (o leído) lo que estamos comentando hubiera muerto de un infarto al suocardio).
Las muestras anteriores, (3 de un corpus de 282 “escritos” de baños de toda Venezuela), dan una idea de la “vulgaridad” e irreverencia de la época y que podrían estar en un devocionario, comparadas con las que se oyeron en ese programa.
La conclusión que quiero sacar es que, en esta época o en cualquier otra, las expresiones insultantes del señor del que estamos hablando, son completamente marginales, vulgares y vitandas, aun en una discusión particular y en privado entre personas  decentes y  civilizadas; y eso se aplica a nuestro pueblo sencillo, que podrá ser a veces  inculto, pero   siempre es respetuoso y jamás hace de la grosería y vulgaridad expresiones corrientes para insultar y vejar; quienes así hablan no son del pueblo: son del lumpen, marginales y dignos de lástima.
Derivado de lo anterior, podemos repetir el tan manoseado refrán de que “no insulta quien quiere , sino quien puede”; y que los mayores insultos en la historia se han hecho con arte y cortesía, a veces sin usar ni una sola palabra escatológica, porque el insultante, si es culto hiere más porque obliga a usar la inteligencia y el insulto perdura.
Y lo último, en el caso que nos ocupa es recordar el refrán que  dice: “ si el sabio no aprueba, malo;  si el necio aplaude, peor” ;  el que se hunde en tierras movedizas, mientras más hace por salvarse, más se hunde. Un insultante como el escatófago del que hablamos, mientras más se agita en su estercolero de insultos, más se hunde en sus propias deposiciones.
De modo Kico, Carla, Mirla y María Corina: el peor insulto que les puede dar ese señor es …¡que diga algo bueno de ustedes!
               

martes, 5 de julio de 2011

Artículo de EL NUEVO HERALD


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Publicado el lunes, 07.04.11




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MONTAGUE KOBBE: Venezuela en el bicentenario

Un hombre pasa junto a un mural de Hugo Chávez en Caracas.
LEO RAMIREZ / AFP/Getty Images
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Montague Kobbe
Cada año en Venezuela, como en la inmensa mayoría de los países del mundo, se celebra una fecha que conmemora su independencia: el 5 de julio. Este tipo de fiestas, como las del 4 de julio en Estados Unidos, suelen ser masivas y a menudo adquieren un carácter grupal que las lleva a trascender el hecho histórico que las propicia. En otras palabras, lo que se celebra no es un hecho en específico, sino el colectivo, que se celebra a sí mismo, reafirmando su identidad y su sentido de pertenencia.
Este 5 de julio se celebra en Venezuela un aniversario especial, el bicentenario, que exacerba la magnitud del símbolo. Sin embargo, dada la conflictiva realidad que se vive en un país donde todo –cualquier opinión, actividad o postura– está politizada, las celebraciones del bicentenario han adquirido nuevas implicaciones. En este contexto, hemos querido llevar a cabo un brevísimo sondeo entre intelectuales venezolanos para determinar la relevancia que puedan tener los sucesos vinculados al 5 de julio de 1811 o su conmemoración en la sociedad actual.
Los hechos se pueden reducir, de manera simplista, a los siguientes: en 1810 una Junta de Gobierno se había hecho con el poder ejecutivo, transfiriendo el centro de toma de decisiones de España a Caracas e instaurando el primer Congreso de Venezuela. Este mantuvo un intenso debate en torno a la secesión oficial de Venezuela del reino de España, hasta que, finalmente, el 5 de julio se aprobó por mayoría aplastante la moción por declarar la independencia absoluta del nuevo país.
Volviendo a las consideraciones respecto a la vigencia de aquellos hechos o de las celebraciones que los conmemoran, es indispensable enmarcar la discusión dentro del contexto de la Venezuela actual. Así lo explica el Dr. Germán Flores, autor de La lengua de Chávez (2008), indicando que “lo del 5 de julio pertenece al código rito en el que el emisor es el grupo, es decir, el pueblo”. El problema en este caso, según el Dr. Flores, “es que el pueblo (real, el hombre de a pie) no es el emisor, sino que lo es [el Presidente] Chávez, quien, al llamarse pueblo, usurpa sus funciones y apela a un símbolo (que no se puede cambiar pero sí tergiversar), falsificando la historia. Por lo tanto no existen elementos rescatables”.
En el caso específico de Venezuela y la historia de su independencia, el problema está en que los hechos del 5 de julio de 1811 han sido idealizados, tergiversados y manipulados a placer prácticamente desde el momento en que sucedieron. Por esta misma razón el cuentista y novelista venezolano, Juan Carlos Méndez Guédez, opina que “Venezuela vive enferma por el discurso heroico con que contaminan a los niños desde la escuela. Un heroísmo del pasado, vinculado a unas batallas ocurridas doscientos años atrás, y que sirven para que no exista ningún proyecto de presente, ninguna planificación de futuro”.
Así pues, si no existen elementos rescatables en el contexto actual, como aduce el Dr. Flores, posiblemente nunca los hayan existido. En esta dirección apunta la respuesta del novelista Eduardo Sánchez Rugeles, autor de Transilvania, unplugged (2011), quien, con un gesto a medio camino entre el conflicto y el desgano, me invita a repasar un recuento contemporáneo de los hechos, titulado Recuerdos sobre la rebelión de Caracas, de José Domingo Díaz. “Su descripción de la escena de aquel día es interesante”, dice Sánchez Rugeles, refiriéndose a la visión cataclísmica de Díaz, un realista comprometido que ve en la revolución poco más que el triunfo del caos, la ignorancia, el vicio y la corrupción. Pero al menos esta visión escapa de los discursos heroicos tradicionales que exaltan los hechos más allá de lo creíble.
Y es que quizás nuestra incógnita carezca de una respuesta general y tenga un carácter subjetivo que la haga variar de persona en persona. Esta es la opinión de Daniel Centeno, co-editor del Rio Grande Review, quien acota: “¿Tiene algún sentido esta celebración? Si se quiere, lo tiene; si no, basta con saber que ya es pasado remoto y que el presente tiene tantas urgencias y deficiencias que difícilmente se puede pensar en otra cosa, y menos embriagarse por ello”.
En definitiva, pareciera que, en cuanto a historia, el 5 de julio hubiese perdido toda credibilidad, mientras que en su dimensión colectiva, da la impresión que el mensaje impartido no abarca a la totalidad de la sociedad venezolana. De hecho, de todas las respuestas que hemos recibido a nuestra pregunta, la más frecuente ha sido el desinterés por la fecha. Pero es que en la Venezuela de hoy, inclusive la apatía apunta hacia una inclinación política. En este sentido, las celebraciones del bicentenario tienen una relevancia radical, en la medida que el amplio abanico de actitudes que ellas suscitan demuestran fehacientemente el estado heterogéneo –fracturado– de una sociedad. Porque la crisis en Venezuela, más que económica o política, es social.
Escritor venezolano residente en Madrid

viernes, 1 de julio de 2011

Resumen del análisis semiológico del Discurso de Chávez

Análisis semiologico-gestual del discurso de Chávez (30/06/2011)       Parte I
                El presente trabajo es un resumen apresurado de un trabajo más extenso y más académico, dentro del estudio que estoy haciendo (desde el año 2002), de La lengua de Chávez.  Antes de entrar de lleno en el análisis, desearía precisar unos conceptos, necesarios para una cabal comprensión de la  exposición que sigue.
1.- La semiología (o semiótica), definida por Ferdinand de Saussure como “ciencia que estudia la vida de los signos en el seno de la vida social”, es la disciplina que estudia los sistemas de signos; éstos son :
ü  Lenguas, en su sentido general ;  pero trataremos también
ü  el lenguaje gestual, es decir, aquella comunicación no verbal en el que el movimiento corporal es una vía de comunicación; por medio del lenguaje no verbal, se pueden  ver, observar o intuir muchas cosas: disgusto, dolor, decepción, alegría, odio, reserva, incomodidad, hipocresía, desaliento, miedo, etc. aunque esa persona no hable; o si habla, exprese cosas completamente distintas a las que dice su lenguaje oral; el lenguaje gestual (o expresión no oral), como no es voluntario, expresa el sentir del hablante con mayor veracidad;  
ü  códigos: en la teoría de la información designa el sistema completo de señales (inclusive sus relaciones), con ayuda de las cuales se trasmite una determinada información;
ü   señalaciones, etc.
                         En el discurso del presidente Chávez emitido desde la Habana (Cuba) la noche del 30/06/2011, aun los observadores (televidentes) más desprevenidos, prejuiciados o no, pudieron observar muchos elementos interesantes que dijeron algo más de lo expresado por el presidente;  hablaremos por supuesto de esos elementos que aparecerán también en el análisis semiológico-gestual que nos proponemos hacer, pero aquí pretendemos además:  a) ir más allá de esa impresión empírica; y b) tratar de insistir en algunos significados, no tan evidentes, pero sumamente graves e importantes, que se deducen inequívocamente del análisis semiótico-gestual.
                                Para un mejor entendimiento, transcribiré un informe para-médico, obtenido por mí días antes, pero que no podía divulgar por razones obvias (tipo secreto de confesión) de mis responsabilidades profesionales; aunque suponía que alguien, parece que sí lo hizo muy confidencialmente a otras personas.
En la confesión del presidente en la noche del 30 de junio, se demuestra la veracidad del informe, pero además se puede demostrar que el presidente dijo gestualmente algunas cosas de ese informe.
He aquí el informe :
Ya se pueden publicar estos dos pequeños informes porque no comprometo a mi fuente, en vista de que se empezó a filtrar por otros lados; y a lo mejor ya ustedes lo recibieron.  I.-Lo de la  de rodilla, como lo dije desde el principio, fue un bluf, es decir algo sin gravedad que se usó como pretexto para la verdadera operación: una extirpación radical de próstata; la “hombría” de HCh los llevó a magnificar  lo de la rodilla.
El resultado de biopsia post-op fue malo. Se planificó viaje a Cuba para
hacer PETscan en el CEMIC para determinar si había metástasis; por razones obvias no querían un traslado a Caracas a uno de los dos centros privados que hay en nuestra capital con PETscans operativos. Para distraer la atención de la enfermedad y contra la opinión de los médicos, se programaron viajes relámpago a Quito y Brasilia.
Llegando a Cuba la subió la fiebre y lo llevaron directo a CEMIC; al
llegar detectaron una infección inguinal severa post operatoria. A los pocos días queda controlada la infección, pero los resultados del PETscan son poco alentadores y al verse actividad celular anormal en los huesos, se determina que hay que tratar con radioterapia; para ese efecto  se fijan sesiones diarias por 25 días, descanso de 10 días y otras 25 sesiones. Querían parapetearlo para que estuviera en Caracas el 4, para la función de teatro revolucionario del 5 de julio, y tratar de ver si seguía el tratamiento en Caracas o en Cuba. Esa parte aún no está definida,  pero es casi seguro que no se pueda hacer y tendrá que seguir en Cuba. Hay mucha preocupación médica por el tema óseo, y especialistas de Alemania, Rusia y España, que han visitado el CEMIC, no  deciden aun como tratarlo.
 II.- Por otra fuente he sabido que lo cierto es que hay mucha discusión sobre cómo anunciar esto, pero están preparando contingencias; por ejemplo, la caída del pelo no se puede solventar con peluca en el caso de Chávez; y lo más importante: su estado anímico es terrible porque CH es fatalista y cree que este “daño”  se lo "hizo" alguien, muy poderoso, pues no hay “contras” efectivas a la vista. Para colmo   recomiendan (o más bien ordenan) que no tome medicinas para la depresión, por ser contraindicadas mientras está en radioterapia. Hay posiciones encontradas sobre el secretismo: parte de la familia
dice que la gente no es "pendeja" y sabe que algo está MUY mal; la otra parte de la familia considera que si se sabe que esto es mucho más grave o el presidente podría estar incapacitado por meses, se desataría una guerra dentro del chavismo en la que ningún miembro de la familia sobrevivirá
.
                                                                                   Fin del informe.
En el análisis que me propongo hacer  vamos a considerar unos signos, tomados éstos como estímulo sensible y que se asocian en nuestro espíritu a la imagen de otro estímulo evocador para establecer una comunicación.
1)      El ambiente, que pretendía ser un Aló presidente especial, con un fondo (retrato de Bolívar, bandera de Venezuela y podio académico); desgraciadamente hubo un derrumbe de símbolos, porque:
ü  el retrato de Bolívar, copia escaneada de la de Miraflores, contrastaba con la bandera, reluciente y chillona;
ü  El podio, más que académico, lucía evidentemente como pretexto para disimular el cuerpo entero de un Chávez desmejorado.
ü  Chávez lucía *patético (en su significado griego de lastimoso), maquillado por una maquilladora de televisión, que confundió solemnidad con farándula, maquillando para el día un programa que saldría en la noche; por lo que nadie creyó lo que se pretendía: que era una presentación en vivo; **lo de que la caída del pelo no se puede solventar con peluca en el caso de Chávez,... según nos dijo una maquilladora de una estación televisora de Miami, no es ningún problema; más aún ella está averiguando si Chávez estaba usando peluca (que ella lo cree muy posible) por el perfecto corte de Chávez, atrás y adelante , que nunca (el corte) fue tan definido y además de eso, corto. ***Las dos risas de Chávez en su presentación fueron también patéticamente artificiales; lastimosamente llegaron a parecer rictus, pero el famoso rictus de Chávez (generalmente burlón, sarcástico e irónico)  sino más bien con tendencia a lo doloroso; ****la voz de Chávez trataba de ser fuerte, pero por la artificialidad del esfuerzo salía a veces quebrada (le sucedió dos veces), sin el énfasis normal de su idiolecto, ni mandón (en las partes en que pretendía hacer creer que dominaba a la audiencia) de modo que más bien parecía a veces suplicante, lo que era contraproducente para el efecto que se perseguía; *****el aspecto general no causaba por lo tanto ninguna impresión de majestad presidencial, ni de vencedor, ni de alguien que espera ganar, sino todo lo contrario. El por ahora…  del 4/feb/92 sonó a victoria futura; el venceremos de ahora sonó a derrota anunciada y entrega saudadosa: lo que pudo ser y no fue.

Análisis semiologico-gestual del discurso de Chávez (30/06/2011)       Parte II
         En cuanto al discurso oral en sí, hay que observar:
1.      Fue un discurso escrito para ser leído. Nunca antes eso había pasado con el presidente, lo cual es muy significativo por lo siguiente:
1.1.   Leer supone un esfuerzo mental, incómodo, para alguien que siempre ha improvisado (aunque grosso modo, mentalmente ordene lo que va a decir). Esa dificultad, aunada a la dificultad física de un convalesciente (débil físicamente y mentalmente bloqueado) hizo que la lectura fuera uniformemente monótona  (aunque esto suene a pleonasmo), comparada con su anterior  expresión dinámica, llena de interrupciones improvisadas, con saltos conceptuales y lingüísticos, referencias absurdas a veces, repetitiva, consecuente semánticamente con su idiolecto, etc. Resultado:  no convence y en cambio refuerza lo patético de la situación.
1.2.   Está escrito por otras personas pero se le ven las costuras, a pesar de tratar de usar el idiolecto (habla oral) de Chávez y a pesar de que él debió darle la última versión; eso le resta autenticidad, en un momento en que se trata de reafirmar la identidad de un Chávez, autoritario, arbitrario, prepotente. Por ejemplo: *usa 5 veces el  pluralis maiestaticus (nosotros, para referirse a él);*nunca usa el /yo/ sujeto expreso; sólo aparece en el epígrafe y es el /yo/ de Bolívar);*en cambio el /yo/, sujeto tácito aparece 16 veces; * para referirse a él, usa las diferentes lexías referidas a la primera persona: /mi/ aparece 16 veces; /me/ 13 veces; el posesivo /mis/ 6 veces; Es muy significativo que o son impersonales, o no aparece  él como sujeto (b)  en las oraciones en que aparece muy peligrosa la enfermedad, (miedo latente a la muerte): a) fue así como se detectó una extraña formación… en lugar de se me detectó… b) … Sin embargo… a lo largo del proceso de drenajes y de curas, fueron apareciendo algunas sospechas Resultado:  sigue no convenciendo y reforzando otra vez lo patético de la situación.
1.3.   Entre sus lexías favoritas (patria, socialismo, victoria, venceremos, etc.) sólo menciona las positivas, pero no las negativas como muerte; por cierto que la única expresión en la que manifiesta algo contra sus adversarios es /…los intentos manipuladores de algunos sectores…/. Para un soldado como Chávez, que convierte todo en guerras, batallas y enfrentamientos, que sólo tiene enemigos que hay que eliminar (matar),  que no tiene amigos sino aliados (que si se convierten en enemigos son más despiadamente combatidos), la lexía muerte está en la estructura profunda de su discurso y por eso sale siempre en su habla normal. Aquí la lexía /muerte/ no es mencionada ni una sola vez ( en contraste aparece un ¡Gracias, vida mía¡), lo que puede significar que cree que está perdiendo una batalla… la más importante de su vida…
Resultado: luce perdedor  (como dicen los norteamericanos).

En resumen: el discurso de Chávez tuvo un efecto contradictorio: si se pretendía infundir confianza, fe en la revolución, optimismo político y social ante el hecho actual, en medio de los problemas actuales del país: El Rodeo, la inseguridad, los problemas laborales con sindicatos, desde médicos y universitarios hasta sindicales (la mayoría partidarios de Chávez), por citar algunos de los muchos que hay… eso no se consiguió, sino todo lo contrario.