martes, 4 de diciembre de 2018

Navidad III San Nicolas y Santa Klaus


IV.- San Nicolás y Santa Klaus.        Lo de san Nicolás y Santa Claus tiene una parte de verdad, otra de Leyenda y otra de fantasía comercial. La parte de verdad es que hay un San Nicolás, que nació en una familia muy rica, pero joven aún vendió todos sus bienes y los repartió a los pobres; su fiesta es el el 6 de Dic. él llegó a ser obispo de Myra al sur de la Turquía de hoy, pero se llama de Bari, porque está enterrado  es ese pueblo italiano.
            De él se cuenta la leyenda, que ayudó a casarse a tres muchachas,muy pobres, que no tenían dote, y por eso se les dificultaba el matrimonio. Entonces él, en la noche, lanzó por la ventana de la casa de ellas, tres bolsitas con monedas de oro, que cayeron casi dentro de las medias de ellas, que se colocaban en la chimenea de noche para secarlas y calentarlas en el invierno. Esa pequeña fortuna les sirvió de dote, se casaron y fueron felices. Y la costumbre de poner medias en navidad cerca de la chimenea viene de esa leyenda..
            Ese personaje, San Nicolás, se extendió por toda Europa, y mucho más en Holanda. Por eso cuando los holandeses llegaron a América del norte y fundaron, como en 1624, a Nueva Amsterdam, que después se llamó Nueva York, trajeron esa costumbre, aunque lo llamaban Sinterklaas. Pero no fue sino como 250 años después, cuand el escritor Washington Irving, en una Historia de Nueva York, que escribió en  1809, se burló de ese nombre, Sinterklaas, y lo llamó Santa Klaus o  Santa Claus, como actualmente lo conocemos. Pero otros lo representaban como un elfo, chiquito como son los elfos o pitufos, y delgado. delgado. Ese duende regalaba juguetes a los niños la víspera de Navidad y venía en un trineo tirado, no por perros sino por renos.
            Después, en 1902, en un libro de cuentos  Vida y aventuras de Santa Claus del escritor L. Frank Baum, se ve a Santa Claus como un viejito, con abundante barba blanca, barrigón, vestido de verde, como los árboles de hoja perenne, con el borde de cintas blancas, con puntos negros, casi como un dálmata.
            Hasta que vino la Coca-Cola que en 1931, mercantilizó definitivamente a San Nicolás, y rediseño a Santa Claus con el color de la Coca-Cola) : rojo y comercial, nada de cruces, ni de verde…hasta el día de hoy.
            Y pensar que muchos prefieren esa figura, pura leyenda y cuento irreal, completamente desfigurado de la que le dio origen, como símbolo de la Navidad, y no el niño Jesús, real e histórico.

Navidad II El Nacimiento. Los Reyes Magos


II.- El Nacimiento.. Pero,¿nació, en realidad el niño Jesús, o es un cuento? Pues es historia verdadera que el niño Jesús nació, probablemente en abril o mayo, pero por lo anteriormente dicho, desde el siglo IV d.C. se empezó a celebrar su nacimiento el 25 de Diciembre.
            Luego el nacimiento, llamado en España /belén/ y también /pesebre/, comenzó como representación más o menos hacia el año 1223, cuando Francisco de Asís hizo, un nacimiento viviente el 25 de diciembre, poniendo en una choza a una joven madre con un recién nacido, representando así la Navidad.
            Luego el nacimiento se popularizó, se empezaron a hacer diversas figuras y hasta paisajes representando a Belén, la ciudad donde según los evangelios, nació Jesús; se pasó de representarlo en las iglesias a hacerlo en las casas, se popularizaron, se expusieron al público y hay unos muy famosos: por los años 70, 80, en Caracas, en la Avda. Victoria, hacían uno que era muy visto y alabado por la gente; lamentablemente esa geografía caraqueña, pasó ahora a ser solo historia.
III. Los Reyes Magos. Ni eran reyes ni eran magos: eran lo que podríamos llamar sabios, estudiosos, científicos, conocedores de los astros. Dicen los evangelios que esos sabios venían de oriente y llegaron a Jerusalén, preguntando por el “rey de los judíos que acababa de nacer”. Ellos, también según los evangelios, le trajeron regalos al niño Jesús. De ahí proviene la tradición, sobre todo en España, de dar regalos a los niños, el 6 de enero, día llamado de Reyes, o Epifanía.
            Orígenes, un escritor y teólogo del siglo III, fue quien propuso que fueran tres magos por los tres regalos ofrecidos al niño Jesús. En los evangelios no tienen nombre; fue el historiador Agnello, quien en el siglo IX, en su obra ‘Pontificalis Ecclesiae Ravennatis’” los llama  Gaspar, Melchor y Baltasar.
            Se dice que  se bautizaron tras la resurrección de Jesús; que llegaron a ser obispos, sufriendo martirio en el año 70 d.C.  Que sus restos mortales se guardaron en un mismo sarcófago; que  Santa Helena, madre del emperador Constantino (el que instauró el cristianismo como religión oficial del Imperio), quien trataba de recoger reliquias en todas partes, recuperó el sarcófago y lo llevó a Constantinopla. Ese sarcófago pasó a Milán y por último a la ciudad de Colonia, en Alemania, donde ya no se guardan en una sencilla y única urna sino en un impresionante relicario  detrás del altar mayor de la catedral. en  tres féretros (dos juntos y el tercero encima de ellos);de madera pero recubiertos de oro, plata, esmaltes y piedras preciosas y con una rica decoración de relieves escultóricos. ¿Serán de verdad los tres Reyes Magos? Quién sabe. Lo cierto es que su relicario en la catedral de Colonia,  fue, y sigue siendo, lugar famoso de peregrinación.

Navidad. El Árbol de Navidad


            Algunos símbolos cristianos de la Navidad tienen origen celta, romanizados algunos, a raíz de la conquista de la Galia por Julio César en los años 52-58 a.C. Relataré, en sucesivas entradas de lo que les hablaba a mis hijos y nietos hace años del Árbol de Navidad, del Nacimiento (Belén o Pesebre), de los Reyes Magos y de San Nicolás, comercializado como Santa Claus. Dedico esto ahora a Michelle y Valentina, mis dos nietas menores (de nuestros 27 entre nietas y nietos) y para Tábata, Samuel, Sofía y Felipe, que son los bisnietos (de los 16), que ya saben leer y escribir (y algunos  hasta quieren ser (cuando sean grandes) “escritores”,
           
            I.- El árbol de Navidad.. Julio César, comienza su crónica de la conquista de las Galias (De Bello Gallico) así: Gallia est omnis divisa in partes tres, quarum unam incolant belgae, aliam aquitani, tertiam qui ipsorum linga “celtae” nostra “galli” appelantur (Toda la Galia está dividida en tres partes; una  de las cuales la habitan los /belgas/, otra los /aquitanos/, y la tercera, los que en su lengua se llaman /celtas/, y en la nuestra “galos”. Los celtas eran más numerosos, importantes y los que tenían prácticamente todo el territorio.
            Estos celtas tenían unos sacerdotes llamados druidas. estos  druidas celebraban, en el solsticio* de invierno (21-22 de diciembre) una fiesta en honor a su dios de la fertilidad, que además era dios de las buenas cosechas del campo. Dentro de esas fiestas, los árboles de hoja perenne, o sea, los que no perdían sus hojas en el otoño, (coníferas, pinos…)  eran adornados con luces (velas) que simbolizaban la vitalidad de la naturaleza y el comienzo de la nueva luminosidad.
            *En el solsticio de invierno, como toda persona medianamente culta sabe, comienzan a hacerse más largos los días, o sea, hay más tiempo de sol. Por eso se celebraba el “regreso” del sol después de días oscuros con menos horas de luz; ese “re-nacimiento del sol era muy digno de celebrarse.
            Coincidencialmente en Roma, la capital del imperio más grande del mundo occidental en ese tiempo, se celebraba, también en el solsticio* de invierno, el resurgimiento de la luz del sol, que, como ya dijimos, había llegado a su menor duración, con fiestas en honor a los respectivos dioses.
            En el año 313 después de Cristo, el cristianismo, hasta ese año perseguido por distintos emperadores del imperio romano,  fue permitido por Constantino el Grande. Por ese motivo, los cristianos empezaron a celebrar su culto abiertamente en Roma, convirtiéndose esta en el centro de la nueva religión.  
            El  cristianismo comenzó enseguida a evangelizar los territorios pertenecientes al imperio romano, y llegaron asi a las Galias, que ya era provincia romana por haber sido conquistada en los años 52 a 58 a.C por Julio César. 
            Pero esos cristianos evangelizadores, se encontraron allí con la religiones y costumbres de los celtas, arraigadas en la región, lo que impedía su conversión al cristianismo. Y viendo los cristianos que no podían desarraigar esas costumbres, lo que hicieron fue “bautizarlas”, es decir, “convertirlas” al cristianismo; pero, ¿cómo?
            Pues hicieron nacer a Jesús, el 25 de diciembre, y enseñar así que ese niño nacido, o sea  Jesús, era la verdadera luz que iluminaba ahora el mundo.