lunes, 28 de octubre de 2013




    SANTA TERESA Y EL ARTÍCULO 9 DE LA CONSTITUCIÓN DE VENEZUELA.
El 4 de octubre de 1582 murió Teresa de Ávila y, cosa curiosa, fue enterrada al día siguiente, que fue 15 de octubre, ya que ese día comenzó a regir en España el calendario gregoriano en sustitución del juliano, que tenía una diferencia de 11 días con el calendario astronómico solar; por lo cual, al eliminarse los once días de diferencia, el día siguiente al 4 de octubre fue el 15 (de octubre). 
Pero apartando lo anecdótico, ahora lo que nos interesa es que santa Teresa, que escribió hermosas poesías y una prosa castiza, pero popular y en lenguaje llano y sencillo en sus escritos religiosos y doctrinales, es Patrona de los Escritores y, considerada, por ende, Patrona de la  Lengua castellana; en otras palabras:Patrona de la Lengua de la Constitución española (art. 6) y de la Constitución de Venezuela (art. 9).
Por lo tanto, a propósito de su festividad (el 15 de octubre como ya lo dije) le presenté en la UCAB un pequeño homenaje a modo de desagravio, por el maltrato, abuso y desprecio continuo del castellano por parte de la caterva de bárbaros sedicentes “gobernantes”, que constantemente violan el art. 9 de la Constitución (La lengua oficial de Venezuela, es el castellano…), pecado original (en el sentido de que “origina”)  las otras constantes  violaciones de nuestra “y que” Carta Magna.
Lo anterior lo vengo denunciando desde hace 12 años: a) en charlas en la UCAB, cada 23 de abril, Día del Idioma; b) en numerosos ensayos sobre la Lengua  de Chávez, que por no poder ser publicados como libro por “mi” editor, al considerarlo “inconveniente”, lo publiqué por partes,  en mi blog http://geflorache2010.blogspot.com ; c) en una entrevista (“La primera batalla que hay que ganarle a Chávez es la del idioma”) que me hizo la excelente periodista Mireya Tabuas,  publicada en SieteDías (ElNacional, 22/nov/2009; y d)  en la entrevista que me hiciera la distinguida periodista Beatriz Lecumberri, directora de la  Agencia France Presse para Venezuela y República Dominicana, publicada en su libro La revolución sentimental, Ediciones Puntocero, Caracas 2012- Parte III-MUERTE “Un discurso que separa”pp.279-283.
                Lo que quisiera destacar más, en este resumen de la charla antes mencionada, es que llamar neolingua al habla disparatada, primero de Chávez y ahora de su “hijo” (pajarito dixit) y de los herederos de Chávez, me parece un despropósito lingüístico, pues la lexía neolingua (término  que ningún lingüista ha usado hasta ahora, ni siquiera aplicado al esperanto) sería etimológicamente, una nueva lengua, es decir un idioma con las características de toda lengua: gramática, con lo que eso implica en cuanto a morfología, sintaxis, prosodia, léxico, ortografía, etc. y vehículo de comunicación; así fue como la usó Eric Blair (más conocido por su seudónimo George Orwell), en su novela 1984, por lo que la lexía neolingua es sólo una ficción novelística. En consecuencia, llamar neolingua a  esa habla plagada de solecismos (faltas contra la sintaxis o normas del idioma), barbarismos (empleo de palabras incorrectas o pronunciar y escribir mal las palabras),además de impropio, es como mucho (mucho camisón pa’Petra).; es como llamar “pérdida de la virginidad” a la violación de una niña, “cambio de dueño”, al robo, o nuevo vino, a un vino  al que echaron agua  para “rendirlo”.
Esos traidores, corruptos e ignorantes malandros, lo que han hecho es violar el art. 9 de la Constitución, violar consecuencialmente el resto de ella, y prostituir el idioma [prostituir: 2. Dicho de una persona (o cosa, en este caso el idioma) deshonrar…abusando bajamente de él, por interés…DRAE t II p.1848]; y eso con la misma lengua de la Constitución, y con la misma gramática castellana.
 Amparados en lo que dijo una vez una de sus más connotadas exponentes: “se lo van calar porque somos mayoría y hacemos lo que nos da la gana”, no nombran (ni siquiera mencionan) lo que no les conviene, y creen que  cambian la realidad o crean su realidad, con su neonominalismo que permite cambiar la realidad…nominalmente. En  la misma lengua castellana, no  en una neolingua, oímos a un “magistrado” llamado Aponte, y a un “periodista” llamado (más bien mentado) Mario Silva,  hacer las confesiones más vergonzosas y obscenas que jamás se hayan oído en Venezuela, sobre algunos “próceres” de su revolución; y eso como ñapa de su lenguaje de excrecencias escatológicas,frecuentemente usado en su programa. En esa lengua, no en una neolingua, escarnecen a las mujeres, engañan, mienten y manipulan al pueblo, se burlan, denigran e insultan a los oponentes, blasfeman y ofenden los sentimientos religiosos de un pueblo…   La misma digna lengua  de la que dijo el emperador Carlos V que “él hablaba en francés con los diplomáticos, en italiano con las mujeres, en alemán con sus soldados y en castellano con Dios”.
Si lo quieren “dignificar” pónganle otro nombre, cambien los nombres, como hacen ellos con el castellano (niños de la patria, privados de libertad, gobierno de calle, dignificados…), para esconder así, hipócritamente, la realidad; llámenlo si quieren, ya que les gusta lo exótico, sprachzertrümmerung, como algunos lingüistas alemanes denominan a la ruptura del orden semántico y sintáctico del lenguaje que puede hasta llegar a la sucesión de sonidos sin sentido.