Mucho cuidado con nombrar a Nicolás Maduro Moros
A
Leopoldo López lo condenaron a más de 13 años de prisión porque un
“lingüista”(¡?), llevado como” experto” o
“perito” en el juicio en contra del dirigente político , afirmó que
Leopoldo “había usado lenguaje subliminal
para convocar al pueblo a una insurrección popular”; según testificó el "lingüista", su arenga, trajo como consecuencia los desórdenes, guarimbas, muertos y heridos que hubo desde el 14 de
febrero del 2014 hasta mediados de ese año: a Leopoldo pues, lo condenaron en
consecuencia.
Si eso le pasó a Leopoldo por lenguaje subliminal, ¿qué podría pasarle a alguien que insulte al
*presidente, pronunciando su nombre completo, que es claramente insultante, no subliminalmente sino efectiva y claramente?
Examinemos lingüística,
retórica y etimológicamente el nombre completo:
1.) NICOLÁS se
puede dividir en NI-COLAS; esto,
aplicado al *presidente de Venezuela es un oxímoron irónico y ofensivo. ¿Cómo
puede llamarse NI COLAS (o sea NO COLAS) alguien que ha multiplicado las COLAS hasta el punto de batir los
records Guinness con las más grandes, seguidas, denigrantes, humillantes, etc. colas para todo? Esto es ofensivo e insultante.
2.) MADURO: un
fruto maduro, es un fruto que ya se
puede comer. Pero, ¿qué pasa si no se come? Pues se pasa de MADURO y un fruto que se pasa de MADURO se pudre y un fruto podrido se
bota, porque si se come puede intoxicar. La mayoría no se come a MADURO, no lo pasa, por lo tanto la mayoría bota a Maduro, porque está PODRIDO. Esto es ofensivo e insultante.
3.) MOROS: La
palabra MOROS, significa en griego: “tonto”, “bobo”,
“absurdo”, “estúpido”, “ridículo”, “disparatado”, simple.
En realidad para esas
palabras, hay en griego clásico otras lexías, pero MOROS es más coloquial y es la usada por S. Pablo, con los
significados dados de “tonto”, “bobo”, “absurdo”, “estúpido”, “ridículo”, “disparatado”, simple…en la versión griega de la 1ª. Carta de S.
Pablo a Los Corintios, cap. 1, versículo 25. Esto es ofensivo e insultante.
Conclusión: Si alguien dice completo el nombre
del ¨*presidente de Venezuela, se expone a ser enjuiciado, y por supuesto
condenado como Leopoldo López, sobre todo si llaman al mismo “lingüista” que “descubrió
significados subliminales” en la arenga de Leopoldo.
*N.B.
Escribo presidente con asterisco (*) porque el asterisco (*) es un “signo de ortografía con forma de
estrella pequeña de muchas puntas (*) que se usa para indicar una remisión, una
nota a pie de página, una forma irregular o para otros fines convencionales”.
En este caso para significar, no que no es el presidente, sino que no todo es
normal en el *presidente actual de
Venezuela. En mi trabajo sobre la Lengua
de Chávez, yo sugerí que una manera de combatir esa lengua, era poniéndole
un asterisco(*) a todos los usos indebidos, ilegales, neologismos, etc. de esa
deformación del castellano.
Por ejemplo: TSJ,
Defensor del Pueblo, Fiscala generala, CNE, etc. deberían llevar asterisco porque hay algo raro
en su nombramiento. Así un lector no venezolano, al ver *TSJ, *Defensor del
Pueblo, *Fiscala generala, *CNE, sabría que hay algo raro en estos cargos; lo
cual sabrá si le pregunta a un venezolano medianamente culto.
Además, eso
del asterisco(*) es corriente en otras disciplinas: p.ej. en deporte;: si al
lado del record de un atleta se pone asterisco(*) eso significa que hay algo
raro o especial en ese record, y es lo que yo quiero señalar con el asterisco(*) antes del
*presidente Maduro o la (*) Fiscala generala, o el *general Padrino, etc.