domingo, 17 de enero de 2016

Nicolás.Maduro.Moros


         Mucho cuidado con nombrar a Nicolás Maduro Moros    
         A Leopoldo López lo condenaron a más de 13 años de prisión porque un “lingüista”(¡?), llevado como” experto” o  “perito” en el juicio en contra del dirigente político , afirmó que Leopoldo “había usado lenguaje subliminal para convocar al pueblo a una insurrección popular”; según testificó el "lingüista", su arenga, trajo como consecuencia  los desórdenes, guarimbas, muertos y heridos que hubo desde el 14 de febrero del 2014 hasta mediados de ese año: a Leopoldo pues, lo condenaron en consecuencia.
       Si eso le pasó a Leopoldo por lenguaje subliminal, ¿qué podría pasarle a alguien que insulte al *presidente, pronunciando su nombre completo, que es claramente insultante, no subliminalmente sino efectiva y claramente?
       Examinemos lingüística, retórica y etimológicamente el nombre completo:

1.)    NICOLÁS se puede dividir en NI-COLAS; esto, aplicado al *presidente de Venezuela es un oxímoron irónico y ofensivo. ¿Cómo puede llamarse NI COLAS (o sea NO COLAS) alguien que ha multiplicado las COLAS hasta el punto de batir los records Guinness con las más grandes, seguidas, denigrantes, humillantes, etc. colas para todo? Esto es ofensivo e insultante.

2.)    MADURO: un fruto maduro, es un fruto que ya se puede comer. Pero, ¿qué pasa si no se come? Pues se pasa de MADURO y un fruto que se pasa de MADURO se pudre y un fruto podrido se bota, porque si se come puede intoxicar. La mayoría no se come a MADURO, no lo pasa,  por lo tanto la mayoría bota a Maduro, porque está PODRIDO. Esto es ofensivo e insultante.

3.)    MOROS: La palabra MOROS, significa en griego: “tonto”, “bobo”, “absurdo”, “estúpido”, “ridículo”, “disparatado”, simple. En realidad para esas palabras, hay en griego clásico otras lexías, pero MOROS es más coloquial y es la usada por S. Pablo, con los significados dados de “tonto”, “bobo”, “absurdo”, “estúpido”, “ridículo”, “disparatado”, simple…en la versión griega de la 1ª. Carta de S. Pablo a Los Corintios, cap. 1, versículo 25. Esto es ofensivo e insultante.
Conclusión: Si alguien dice completo el nombre del ¨*presidente de Venezuela, se expone a ser enjuiciado, y por supuesto condenado como Leopoldo López, sobre todo si llaman al mismo “lingüista” que “descubrió significados subliminales” en la arenga de Leopoldo.

*N.B. Escribo presidente con asterisco (*) porque el asterisco (*) es un  signo de ortografía con forma de estrella pequeña de muchas puntas (*) que se usa para indicar una remisión, una nota a pie de página, una forma irregular o para otros fines convencionales”. En este caso para significar, no que no es el presidente, sino que no todo es normal en el *presidente actual  de Venezuela. En mi trabajo sobre la Lengua de Chávez, yo sugerí que una manera de combatir esa lengua, era poniéndole un asterisco(*) a todos los usos indebidos, ilegales, neologismos, etc. de esa deformación del castellano.

Por ejemplo: TSJ, Defensor del Pueblo, Fiscala generala, CNE, etc.  deberían llevar asterisco porque hay algo raro en su nombramiento. Así un lector no venezolano, al ver *TSJ, *Defensor del Pueblo, *Fiscala generala, *CNE, sabría que hay algo raro en estos cargos; lo cual sabrá si le pregunta a un venezolano medianamente culto.

Además, eso del asterisco(*) es corriente en otras disciplinas: p.ej. en deporte;: si al lado del record de un atleta se pone asterisco(*) eso significa que hay algo raro o especial en ese record, y es lo que yo quiero señalar con el asterisco(*) antes del *presidente Maduro o la (*) Fiscala generala, o el *general Padrino, etc.