domingo, 3 de diciembre de 2017

AYUDA HUMANITARIA...¿Cómo?

                                                       AYUDA HUMANITARIA...¿CÓMO? 


      Ante la gravísima situación de Venezuela, el fracaso del “diálogo” en República Dominicana y la descarnada afirmación genocida: “No vamos a permitir que quieran imponernos una ayuda humanitaria”, como dijo Luis López, Ministro de Salud y presidente del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, nos parece urgente y perentorio que el presidente de la CEV, Mons. Diego Padrón, arzobispo de Cumaná, en su nombre y en la de la CEV,  tome la iniciativa de pedir ayuda humanitaria inmediata, en nombre de Cáritas de Venezuela, a Cáritas de Estados Unidos y de Alemania, instituciones de la Iglesia católica en los respectivos países, que han manifestado su deseo, así como otras instituciones, de ayudar con ayuda efectiva las necesidades humanitarias del pueblo venezolano, desinteresadamente, sin ninguna segunda intención, ni religiosa ni mucho menos política.

                No de otra manera se puede proceder ahora si no queremos que sigan muriendo, principalmente niños, ancianos y enfermos en general, por desnutrición, falta de medicinas o mala atención médica por falta de equipo e insumos. Son muchos las muertes registradas, pero muchas más las no registradas en las redes sociales, único medio de información confiable en un país, cuya tiranía tiene el monopolio de la información, sesgada, interesada y sobre todo mentirosa, que quiere hacer creer ante el mundo, su “preocupación y cuidado” en esta caótica y genocida situación.

                Y lo de genocida no es exageración ya que aún está vigente el lema “patria socialista o muerte”, que no es un lema retórico sin aplicación práctica, sino todo lo contrario: quienes no tienen carnet de la patria (o sea chavistas,maduristas,cabellistas,revolucionarios, etc. aunque sea en el papel) no tienen derecho a las bolsas CLAP, con las que el régimen monopoliza los alimentos. Los otros, a menos que pertenezca a la clase media (no “media” sino ya “completamente” depauperada) tendrán que empezar a morir lentamente ( y repito que no es una exageración) por los altísimos costos de los pocos alimentos que se pueden conseguir.     

            De modo que lo único que queda es lo que le rogamos a la CEV que haga, tanto por ética (ya que la ley natural exige que toda persona tiene derecho a la vida, y un Estado legítimo y normal, tiene el deber de cuidarla) como religioso, como lo exige el evangelio “dar de comer al hambriento, vestir al desnudo, velar por los enfermos, etc. (Mt 25 31-46). Y no cito ningún artículo de la CRBV porque es muy bien sabido que la pobre está muy bien representada (solo eso), en el librito azul, que los capitostes del régimen blanden de vez en cuando.

          Alguien puede decir:”Muy bien que la CEV pida esa ayuda humanitaria, pero el régimen impedirá que llegue”. Y ahí es donde la CEV se debe plantar de frente y exigir el permiso de entrada de los insumos necesarios y por eso pedidos, que por supuesto serán administrados por Cáritas con la ayuda  de otras organizaciones, cristianas o no (inclusive hasta  la Cruz Roja venezolana, tan pasiva que hasta parece complaciente), pero de ninguna manera por el régimen, ni por ninguna organización política.

          Y para eso debe convocar apoyo multitudinario de la población civil, que seguramente se la prestará, a pesar de las amenazas del régimen, el cual acusará “a los curas” de intentar desestabilizar al país”. Por eso, la CEV debe estar preparada para insultos, amenazas, ataques violentos, inclusive prisión. Pero ahí es donde prevalecerá la autoridad moral de la CEV, que deberá soportar lo mismo que el régimen hace contra la ciudadanía en general, cristianos o no.


          Lo que se propone  es el último recurso posible a la vista para empezar a evitar más muertes por las causas ya indicadas. “Si alguien puede hacer algo para evitar un crimen y no lo hace, y a consecuencia de su inacción se comete el crimen, ese “alguien” es cómplice directo del crimen”. 

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