En LA CREACIÓN
TELEOLÓGICA, un trabajo que ya tiene 280 páginas y que espero terminar pronto ,
trato de demostrar que hubo una sola creación, o sea que en el primer instante todo fue creado; que el universo contenía potencialmente el código de su desarrollo futuro”, y que
“su porvenir estaba programado de antemano… como también lo acepta, el
rabino Pynchas Brener[1]
. Ese primer instante, comienzo del Tiempo, fue el big-bang; en él, Dios Creador, “sembró la semilla” de todas las
cosas.
A su vez, el reconocido científico británico Stephen Hawking, autor de "UNA BREVE HISTORIA DEL
TIEMPO", ex catedrático de Matemáticas Aplicadas y Física Teórica de la
Universidad de Cambridge, en una entrevista[2],
publicada el 16 de en el periódico británico "The Guardian",(
Londres, 16 may (EFE).(cito) resalta la
importancia de disfrutar de la vida y hacer cosas buenas;…se refiere también a
las pequeñas fluctuaciones cuánticas, que en
el comienzo del universo fueron las "semillas" que dieron paso a la
formación de las galaxias, las estrellas y la vida humana."La ciencia
predice que distintos tipos de universo serán creados de la nada(¿) y de manera
espontánea ",(¿?) agregó.
Ya en el Tomo
III de mi Apuntes de una historia
de la cultura, (Flores H., Germán- libros de El Nacional (por editar desde 2012, pero no hecho por los problemas de edición
(papel, tinta, etc. en Venezuela) –
expuse, en el capítulo dedicado a Darwin, mi teoría de La Creación
Teleológica: “…Los partidarios del creacionismo consideran
como única diferencia entre una (Creación) y otra, la de que mientras unos
evolucionistas prescinden de Dios para explicar su teoría, los evolucionistas
creyentes pueden estar de acuerdo en lo que diga la teoría evolucionista, pero
haciendo partir el comienzo de toda evolución, de la creación por parte de un
Ser Supremo; este Ser Supremo, es decir Dios, imprimió esa teleología (o
principio evolutivo) a la primera semilla o comienzo (Big Bang) de todo, lo
cual supone más perfección que una creación “por partes”.
La teleología
estudia los fines, fin o fuerza que actúa finalísticamente, o sea que ya desde
el principio está en la semilla (primer
elemento), la secuencia del proceso (evolución) y el producto final (ente). Mi concepción de teleología,
aplicado a la creación, es muy distinto a la significación en Husserl, para
quien la teleología es la estructura
finalista de la conciencia hacia el conocimiento; y a la de Santo Tomás de
Aquino, quien a su vez, admite la tesis aristotélica de la teleología de los seres en sus acciones y movimientos.
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Pero lo nuevo a lo
anterior, es que una de las conclusiones a la que he llegado ahora es que el
primer ser humano fue …¡una mujer! Desde
que leí la siguiente
información publicada en El Nacional de Caracas – pág. B16-sábado 27 de mayo de
2006, que “El huevo fue primero que la gallina:
Un científico y un filósofo, creen haber
resuelto una de las más viejas adivinanzas, la de qué fue antes, el huevo o la
gallina. La respuesta dada es que antes
fue el huevo, según informó el diario británico The Times citado
por EFE. El argumento: el material
genético no se transforma durante la vida del animal, por lo que la primera ave
que en el transcurso de la evolución se convirtió en lo que hoy llamamos
gallina, existió antes como embrión en el interior de un huevo. John
Brookfield, especialista en Genética de la Evolución de la Universidad de
Nottingham, dijo que la cosa estaba para
él absolutamente clara. El organismo en el interior del huevo tenía el mismo
DNA que el animal en el que luego se convertiría, por lo que “la primera cosa viva que podemos calificar sin temor a
equívocos miembro de esa especie, es el
primer huevo”. David Papineau, Filósofo de la ciencia del King´s
College, coincidió con su colega: el
primer pollo salió de un huevo.
Desde
entonces, me puse a estudiar
el asunto, ayudado por el exhaustivo trabajo del Dr. Nicolás Jouve de la
Barreda, Doctor en Ciencias Biológicas de la Universidad de Madrid, quien, sin
conocerme, por mediación de Claudio Nazoa, común amigo, y quien le habló de mi
trabajo sobre la Creación Teleológica, en Madrid en el año 2008, me dedicó”…con un fuerte abrazo… un ejemplar
de su libro EXPLORANDO LOS GENES,
(Ediciones Encuentro – Madrid – 518 págs.).
En su obra, el Dr. Jouve, con objetividad y rigor científico, trata
de acercar las cuestiones genéticas a una sociedad mal o parcialmente
informada. Como soy un lego en esas cuestiones, he leído el libro varias veces,
y espero tener pronto, en Madrid, una entrevista con el Dr. Jouve, quien desde
el principio se puso a la orden para la asesoría en general en el tema, (pues
nunca he querido expresar mi idea de que
primero fue la mujer). Pero creo que se puede homologar la información del mencionado Dr. John Brookfield, como ya también
dije,especialista en Genética de la evolución de la Universidad de Nottingham, y aplicarla a la especie humana, a ver si se podría
demostrar que en el proceso evolutivo, primero
fue… la mujer y luego el hombre, o
en el todo caso a la vez, pero de los dos…siempre primero la mujer, por razones
obvias.
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