lunes, 10 de junio de 2013

Perder una batalla para ganar la guerra

La proposición del gobierno para resolver el problema universitario del sueldo de los profesores, desde hace varias semanas, era decretar un aumento lineal del 40%, sin importarle la Ley de homologación; se estaba calculando además si el retroactivo era desde enero o desde el 1º. de mayo (del 2013).
No se concretó porque “y que” había que esperar un poco, debido a: a) otros gremios o sindicatos estaban solicitando también un aumento pues  no habían recibido ningún aumento en años , o porque tenían mucho tiempo de vencidas las respectivas Actas-Convenio; b) porque los que no estaban amparados por Actas-Convenio consideraban que  la inflación se “comía” el aumento tan pequeño del 1º. de mayo, que no alcanzaba para nada. A esto se agregaba además el estado general de insatisfacción de todos los sectores ante la respuesta del gobierno a problemas colaterales (falta de vivienda, crisis en los servicios, inseguridad, aumento de tarifas, sin contraprestación de mejor calidad, apagones, etc.), así como pugnas internas en el llamado “alto gobierno” por el control del poder; no se daban cuenta de que si seguían así, peleando sin atender o resolver los problemas, el pleito iba a terminar “cual pleito de borrachos por una botella vacía”.
No se daban cuenta esos “gobernantes” que el tiempo los iba arrollando; que  poco a poco, todos los problemas iban aumentando,  y que el conflicto del presupuesto de las universidades (particularmente lo relativo  al sueldo de profesores, empleados y obreros), era echar gasolina, al fuego del descontento general.
Ahora no hallan qué hacer, aunque alguien sensato, asomó la única salida al problema universitario: que apliquen ya lo que pensaban hace pocas semanas (un aumento lineal del 40% y su respectivo retroactivo), porque esa solución, tiene muchas más ventajas ocultas, que las evidentes desventajas:
En efecto: FAPUV y los sindicatos, pondrán el grito en el cielo porque ese aumento no llega ni a la mitad de lo reclamado en justicia…pero lo tendrá que aceptar (como lo hicieron años atrás cuando Chávez así lo impuso), sin renunciar a las Normas de Homologación; de modo que aceptará; pero eso no significará que no van a seguir peleando por el estricto cumplimiento de las normas legales (incumplidas) que los favorece. Esa aceptación (condicional y sin negociar ninguno de los principios legales en los que se basa e reclamo) permitirá una bajada de la tensión en las Universidades y en el país en general. Y por supuesto, la lucha debe seguir, pero ahora en otro plano.
¿Que el gobierno seguirá con problemas parecidos en los otros ámbitos? Es verdad, pero al menos tiene uno menos; precisamente el más álgido, porque todo el mundo ve la gran injusticia que se ha estado cometiendo contra las Universidades.
Otra cosa importante para el gobierno, es que tendrá un punto a su favor en la próxima visita de Maduro al papa Francisco, quien está mucho más enterado de lo que piensa la gente (del gobierno) de todos los asuntos de Venezuela. [Comprobado en mi última visita a Roma a principios de mayo, coincidente con la visita de Mons.Mario Moronta]. Me imagino que el “alto gobierno” ha leído la entrevista (realizada en marzo, días antes del inicio del Conclave, no publicada oficialmente por expresa disposición del periodista, y cuyo texto original, en inglés, obtuve a mediados de abril y que puedo enviar a quien lo pida) que le hizo el periodista norteamericano Chris Mathews (MSNBC) al todavía cardenal Bergoglio, poco antes del Cónclave que lo eligió Papa. Me imagino que  mi exalumno y amigo Germán Mundarain, nombrado recientemente embajador de Venezuela en el Vaticano la debe haber leído, y la tendrá muy en cuenta para esa entrevista, de modo que sepa que  de esa "visita", no se pueden esperar “milagros”, ni lo que quiere Maduro: una especie de bendición “incondicional”: su asesor “espiritual” (de Maduro) debe enfatizarle que en la doctrina católica no hay perdón de pecados sin firme propósito de enmienda.
Como yo soy "un perro a la izquierda" y no tengo esa relación directa con los gobernantes de Venezuela, como sí la tienen algún@s de mis alumn@s virtuales, ruégoles a ell@s que le hagan saber ( a ese “alto gobierno”) que una pronta respuesta a la solicitud de las universidades (aunque chimba y con ilegales proposiciones como todo lo de ellos) les ayudaría,  en política interna y exterior;  y que esa pronta respuesta, como ya lo expresé, traerá más  ventajas que  perjuicios.Y que eso no supone claudicación de la Universidades o Fapuv y sindicatos, sino seguir la lucha en otros niveles, con el convencimiento, de que más temprano que tarde, se impondrá en Venezuela un verdadero Estado de Derecho.        

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