Transcribo a continuación la carta enviada por mí a el NuevoHerald de Miami y publicada en la edición del 4/oct./2017 en Perspectiva,pág. 2B.
Al
leer hoy, 2 de octubre, el artículo La
bandera, el himno y los futbolistas, de Armando González en la pág.3B de Trasfondo –Perspectiva de el Nuevo Herald, decidí escribir estas
consideraciones, resumen de unas ideas que tengo desde que empezaron las
llamadas “protestas”, por parte de jugadores de diversos deportes, al no
permanecer de pie mientras se le rinde honores a la bandera de los Estados
Unidos y a la que el himno nacional celebra.
Y
lo primero que debe decir es que nunca pensé que el arrodillarse, en vez de
permanecer parados, con la mano derecha en el pecho, se considerara una
protesta irreverente o despreciativa hacia los símbolos patrios
norteamericanos, sino todo lo contrario.
Me
explico: Yo creía más bien que era una manera de pedir perdón a lo que
representan tanto bandera como himno (o sea los EE.UU. y su gobierno), a) por maltratos y discriminación infligidos a
afrodescendientes por parte de policías; y b) por no castigar a los oficiales
infractores, de manera proporcionada, por
ese maltrato y violación de los DD.HH de los agraviados.
Yo
no soy norteamericano, sino venezolano; un viejo de 90 años; y no soy analista
político, ni sociólogo, sino Humanista, lingüista y católico. Y como lingüista interpreté
semíóticamente, la actitud y comportamiento de los jugadores, como eso: una
protesta, respetuosa y patriótica, ante los símbolos más representativos,
añadiendo una especie de solicitud de perdón para quienes, por acción u
omisión, cometieron esa falta contra los afrodescendientes.
A
esta interpretación se suma lo que deduzco como cristiano católico: el
arrodillarse para nosotros es una manifestación de respeto y de pedir perdón; y
esa costumbre se ha generalizado, de modo que es también significativo entre
ateos, no creyentes o lo que sean.
Y
pongo este ejemplo: Polonia fue borrada del mapa y desapareció como nación en
1785, cuando se la repartieron, Prusia(después Alemania) y Rusia; de modo que
perdió territorio, himno y bandera. Y estuvo así hasta que luego de la I Guerra
Mundial, después de haber perdido la guerra los dos países usurpadores (Rusia
en 1917 y Alemania en 1918), recuperó Polonia su existencia,territorios, independencia,
unión y símbolos,en el tratado de Versalles (1919) que oficializó el fin de la
guerra. Entonces, en la catedral de Cracovia, se cantó un TE DEUM, himno
religioso católico, de alegría, justicia y respeto, durante el cual los fieles
estuvieron arrodillados: la máxima señal de respeto. Y lo más significativo para
lo que estoy tratando, es que en el altar mayor de la catedral… ESTABA PUESTA
LA BANDERA DE POLONIA.
Eso
solo es mi opinión
Germán Flores Hernández
No hay comentarios:
Publicar un comentario