La Fundación de Caracas
Este
escrito fue enviado a Cartas de El Nacional el 2005, pero nunca fue publicado,
tal vez
por lo largo. Copiado luego el 19-en- 2009 a propósito del artículo ”Eso viene
de
Caracas” de Francisco Javier Pérez (El
Nacional: 19-en.2009 pág 2. Escenas.
Lo publico de nuevo, como un sencillo homenaje a
nuestra querida Caracas,
que mañana, 25 de julio, cumple 450 años de fundada.
Esto sería motivo, para
cualquier gobierno medianamente culto y
patriota, de una gran conmemoración,
pero no podemos, ni siquiera pensar, que los
traidores, hunos-vándalos que nos
tiranizan,
tengan
alguna consideración con la ciudad que, con toda razón, los aborrece.
Ante la declaración de la Alcaldía Metropolitana
acerca de evaluar “la posibilidad de
cambiar el día de la conmemoración del aniversario de
la ciudad (de Caracas),
como aparece en la
página B/16 de El Nacional del 20 de julio de 2005, sobre la
base de un estudio que señala que
Caracas no fue fundada el 25 de julio de 1567 ”, me parecieron pertinentes las
siguientes
consideraciones, como caraqueño
viejo y viejo caraqueño que, aunque completamente
desconocido, sí tengo velas en
ese “entierro” del nombre tradicional de la ciudad.
La tradición tiene un muy alto valor para todas las culturas y por
supuesto, como base
de la historia, es anterior a
ella, la antecede (y a veces la sustituye) hasta que ella
(la historia) científica y
fehacientemente corrobora o corrige lo que la tradición sostiene.
Incluso a veces, después de
rectificada por la historia, la tradición permanece.
Hay varios hechos que
pueden demostrar lo anterior:
1º) Los romanos inventaron
celebrar el 21 de abril como día de la fundación de Roma;
la tradición ha venido
trasmitiendo por siglos que Roma fue fundada el año 753 a .de C.
Si tomamos en cuenta que eso es
una suposición (o aproximación
histórica) se ve claro que
lo importante para los romanos no es el día o
el año, sino el símbolo,
que posteriormente ratificó la
tradición.
2º) Toda persona medianamente
culta sabe que el 25 de Diciembre no es la verdadera
fecha del nacimiento de Cristo.
Pero se tomó ese día, y así lo ha mantenido la tradición
hasta hoy, por razones religiosas
y sociales, que precisamente por sabidas no viene al caso
repetir. Y parece muy improbable,
por no decir imposible, que alguien se atreva
(y tengaéxito) a cambiar la fecha, si algún
historiador llegase a descubrir
la verdadera fecha del nacimiento
de Cristo.
3º) Incluso el año del nacimiento
de Cristo fue mal calculado por el monje escita
Dionisio el Exiguo (o Menor) en
el año 525, al afirmar que Cristo nació
el año 753 de
la fundación Roma, cuando en
realidad, según cálculos históricos más exactos, el nacimiento
ocurrió seis años antes: el 747 a .U.c.
(anno Urbe condita o sea “desde la fundación de la
Ciudad de Roma)
Como nuestra tradición cultural
ha venido fechando los años desde el nacimiento
de Cristo, estaríamos entonces en
el año 1999 y no en el 2005; sin embargo a nadie se le ha
ocurrido hacer el cambio, sino
aceptar convencionalmente la fecha que la tradición
señala, a sabiendas de que estaba
errada la fecha calculada por el monje escita.
Hay más ejemplos que se podrían
señalar, así como otros de imposiciones que no
tuvieron arraigo por ir contra la
tradición. Uno de los mejores puede ser el cambio del
calendario en la Revolución
francesa que duró menos de 10 años.
Lo que tienen de común los ejemplos
anteriores es que la tradición a veces
se impone a la historia, no
porque ésta no tenga importancia (que por supuesto la
tiene y mucha) sino que como el
hombre es un “animal simbólico”, si hay duda se
queda con la tradición. Por lo
tanto, mientras no haya seguridad histórica
científicamente inobjetable, no
de que Caracas no fue fundada el día
y año en que
tradicionalmente se celebra, sino
que sí fue fundada otro día y otro
año, el día de
Caracas seguirá siendo el 25 de
julio; es decir la tradición debe seguirse hasta
que la historia lo ratifique o
demuestre otra cosa. Y entonces podríamos empezar
a discutir si se cambia o no el
día de la celebración; discusión que sería inútil ya
que no se puede luchar contra la
tradición.
Para finalizar, acoto lo que he oído
acerca de que algunos malintencionados
suponen que la pretensión del Alcalde
Metropolitano va unida a un cambio del nombre
de la ciudad, lo cual obedecería a
intereses políticos más que históricos, ya que
el llamado proceso quiere seguir el consejo bíblico de entrar en posesión de
las cosas
cambiando nombres (lo que ya hicieron
cambiando desde el nombre del país hasta
el de todas las instituciones), y en
este caso también eliminando símbolos.
Pero
aunque le pongan a Caracas el nombre de Santiago
de León
Bolivariano de Caracas, para todo caraqueño (y venezolano) bien nacido,
Caracas seguirá siendo Caracas y su aniversario el
25 de julio.
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